
10 consejos para construir una relación duradera en el tiempo
Las relaciones saludables no surgen por casualidad, se construyen. Para eso, ambos socios necesitan trabajar tanto en su evolución como seres humanos como en la evolución de la relación que los une.
Aquí hay 10 recomendaciones que vale la pena considerar cuando se propone fortalecer la base psicológica de las relaciones de pareja:
- Pasar tiempo juntos.
La definición misma de una relación, cómo se conectan dos personas, nos dice que se necesitan experiencias compartidas. ¿Qué proponemos? ¡Haga una cita! Salgan a cenar juntos y hagan de este momento una prioridad en su relación.
- Pasar tiempo separados.
El tiempo individual también es fundamental para cuidar de los intereses, preocupaciones y aficiones personales. Ambos crecerán como individuos y se apreciarán más si se atreven a involucrarse realmente en lo que aman.
- Respeta los límites.
Es importante que cada socio tenga algo de privacidad y espacio personal. Las parejas felices están formadas por dos personas que han mantenido su autonomía y respetan la singularidad del otro.
- La seguridad protege la privacidad.
¡Ambos socios necesitan sentirse seguros el uno con el otro! Esfuércese por tener una relación sin abuso verbal, sexual, emocional o físico. Pero también sin críticas, desprecios, bloqueos en la comunicación y actitudes eternamente defensivas.
- La confianza es como el oxígeno.
La confianza es un componente clave, porque tú (como cualquier ser humano) necesitas un marco en el que permitirte ser vulnerable. El tiempo dedicado a construir esta confianza varía. Pero las personas con un alto nivel de inteligencia relacional se atreven a confiar en la lealtad y honestidad de quienes les rodean.
- La comunicación es el corazón de la relación.
Comunicar honesta y abiertamente nuestras necesidades, deseos y sentimientos a nuestra pareja es un comportamiento que merece ser parte de la rutina diaria de una pareja. E incluso si las necesidades son diferentes, los socios pueden cuidarse entre sí, con una sola condición: que haya una comunicación clara sin esconderse.
- La gestión de conflictos se aprende.
En cualquier pareja hay conflictos de vez en cuando. El secreto es manejar sus diferencias de manera inteligente. Es más saludable turnarse para hablar, asegurándose de que cuando uno habla, el otro escucha, y solo entonces cambian los roles. De lo contrario, el diálogo será solo un doble monólogo.
- Es importante trabajar en equipo.
Los socios en una relación saludable se sienten internamente y se perciben como parte de un equipo. No compiten entre sí, sino que están en el mismo barco, para navegar a través de los desafíos inherentes de la vida.
- La intimidad sexual importa.
Cada pareja también tiene un yo erótico. Y toda persona tiene derecho a las fantasías eróticas y los deseos satisfechos. Las parejas que se atrevan a revelar sus placeres sexuales ocultos podrán convertir su relación en una fuente de energía y vitalidad.
- El compromiso es una responsabilidad diaria.
Compromiso relacional significa elegir, una y otra vez, a tu pareja como una prioridad en lo que hacemos todos los días. Compromiso significa dejar de lado las salidas diarias de la relación (es decir, cualquier comportamiento que distraiga repetidamente de la relación) y desarrollar disciplina personal.