
¿Cómo manejar los miedos?
Índice
- 1
- 2 Cómo manejar los miedos – Síntomas del miedo
- 3 Cómo gestionar los miedos – Los rostros del miedo
- 4 Cómo manejar los miedos – Miedos ancestrales
- 5 Cómo gestionar los miedos – Miedos a la adaptación
- 6 Cómo manejar los miedos – Miedos de la niñez
- 7 Cómo gestionar los miedos – Miedos relacionales
- 8 Cómo gestionar los miedos – Los miedos fundamentales
¿Cómo gestionar los miedos? En este artículo te hablo del miedo. Al leer este artículo, descubrirás que no solo es posible manejar los miedos , sino que tus miedos pueden convertirse en preciosos aliados para redescubrir una nueva vitalidad y sentar las bases de una vida más pacífica.
¡Deja de tener miedo a tus miedos!
Antes de explicarte cómo gestionar tus miedos , conviene explicar brevemente qué es un miedo.
El miedo es una emoción primaria , fundamental para nuestra propia supervivencia.
Es una emoción activada por un peligro real o imaginario. Esta emoción es universal y está presente en todos los seres vivos a diferencia de otras emociones primarias como la alegría y la tristeza.
¡ Su función es la protección !
¡El miedo saludable es la joya preciosa que preserva nuestra vida!
Una de cada dos personas sufre de miedos excesivos. Los mayores miedos están ligados al otro (a todo lo que se juega con el otro) ya la dificultad de ser verdaderamente uno mismo en medio de los demás.
Es necesario establecer un vínculo activo con nuestros miedos porque nos hablan y son fuente de conocimiento y comprensión:
- ¿Qué lugar ocupan los miedos en tu vida?
- ¿Cuáles son las principales funciones de tus miedos?
- ¿Qué mensajes te envían tus miedos?
- ¿Qué relación cultivar contigo mismo y con los demás para dejar de tener miedo?
El miedo es biográfico , nos invita a iluminar nuestra historia personal. ¡Es inseparable del pasado!
Los sentimientos no expresados, las necesidades no satisfechas, las situaciones del pasado no digeridas son el terreno del miedo. ¡El miedo limita tu percepción de la realidad!
Cómo manejar los miedos – Síntomas del miedo
El primer paso para gestionar tus miedos es identificar los síntomas con los que se manifiesta tu miedo: síntomas que pueden ser físicos , conductuales , sensoriales , psicológicos .
¡Es necesario conocer, superar y superar los síntomas para descubrir tu historia personal escondida detrás del miedo!
Te ofrezco una autoevaluación para identificar los principales síntomas de tu miedo.
Marque con una X los síntomas que reconoce y luego evalúe la intensidad de estos: débil , medio , fuerte .
Síntomas físicos
- manos sudorosas
- Taquicardia
- Sofocos
- Tension muscular
- Micción frecuente
- Garganta seca
- Dolor abdominal
- Cansancio
- Escalofríos
- Mareo
- Aturdir
- Otro: …
Síntomas conductuales
- Evito la persona, el objeto, la situación.
- No puedo hablar
- lloro fuera de control
- Soy agresivo tanto con las palabras como con los gestos.
- procrastinar
- Estoy particularmente agitado: manos, brazos, piernas, movimientos corporales
- Acumulo objetos y desordeno mi espacio vital
- Estoy aniquilado, asombrado
- estoy aterrado
- entro en pánico
- estoy irritable
- Tengo dificultad para moverme: pereza
- Otro: …
Síntomas sensoriales (emocionales)
tengo una sensacion de:
- Vértigo
- Inestabilidad
- Impaciencia
- Opresión
- Irrealidad
- Tener la cabeza vacía
- Perder el control
- Volverse loco
- Despersonalización
- Otro:…
Síntomas psicológicos
Tengo pensamientos recurrentes:
- estoy avergonzado
- soy tímido
- Me imagino situaciones perturbadoras
- Imagino mi reacción frente a una persona o determinada situación.
- Enfoco mi miedo en el mismo objeto, persona, situación
- Espero la autorización y aprobación de los demás.
- Tengo obsesiones y hay objetos de los que no puedo separarme.
- dudo de mi
- Me siento incapaz, incompetente.
- no puedo tomar decisiones
- Otro:…
Cómo gestionar los miedos – Los rostros del miedo
El miedo es una gran familia compuesta por muchos miembros eminentes:
Angustia
La angustia es un miedo generalizado e intenso sin un objeto específico. Generalmente se manifiesta como una aprensión por algo que podría suceder. Es una impresión de muerte inminente donde predominan los síntomas sensoriales (sensación de opresión, rigidez del cuerpo). El ataque de pánico es una sucesión de diferentes síntomas en poco tiempo (unos 10 minutos).
Ansiedad
La ansiedad es un miedo anticipado. Es la experiencia asociada a la espera, un presentimiento o la proximidad de un peligro. Es una etapa bajo la angustia. La ansiedad puede ser crónica con una inquietud de larga duración. Predominan los síntomas psicológicos.
Fobia
La fobia es un miedo activado por un objeto específico, o una situación directamente asociada con el peligro. Los síntomas psicológicos y conductuales están muy presentes.
Estrés
El estrés es un miedo incapacitante cuando es permanente. Los síntomas psicológicos y sensoriales están marcados. El estrés es la consecuencia de percepciones y valoraciones distorsionadas de una situación.
miedos subterráneos
Los miedos subterráneos se esconden detrás de la angustia, la ansiedad, la fobia y el estrés. Quedan en la sombra paralizando gran parte de nuestro impulso vital y creativo. Los miedos subterráneos más comunes son los miedos:
- Ancestral (miedo a perder el control, a revivir el sufrimiento infantil, a superar nuestros límites)
- Adaptación (miedo a lo desconocido, a perder el amor, a ser ridiculizado)
- Infantil (miedo a la oscuridad, a los monstruos, a la sombra)
- Relacional (miedo a ser rechazado, a ser juzgado, a ser diferente)
- Fundamentos (miedo al abandono, al cambio, a la muerte)
Los miedos subterráneos, a diferencia de los miedos saludables relacionados con la supervivencia y la prevención, son miedos fantasmas e irreales.
Las últimas investigaciones han demostrado que nuestro cerebro funciona al 100% de su capacidad desde el nacimiento hasta la muerte e increíblemente, ¡pero solo el 1% de estas actividades son conscientes! ¡Cada uno de nosotros tiene una visión de sí mismo y del mundo filtrada e interpretada por una actividad cerebral inconsciente!
Trabajar sobre los miedos subterráneos te ofrecerá una oportunidad importante para reestructurar tus creencias, cambiar tus percepciones y actuar de manera diferente. Una característica del cerebro es la neuroplasticidad, la capacidad de mutar, cambiar constantemente.
¡No hay ninguna razón por la que no puedas domar, domar tus miedos!
La mayoría de los miedos subterráneos pertenecen al niño adaptado que ocupa demasiado espacio y acaba asfixiando al niño natural. Ha llegado el momento de liberar al niño natural de las garras del niño adaptado.
Pero, ¿quién es el niño adaptado?
El niño adaptado es un falso-yo (nuestra identidad disfrazada, la parte menos auténtica de la personalidad dominada por el niño adaptado), que contamina al adulto. El niño adaptado es la máscara que esconde al niño natural (nuestra verdadera identidad, auténtica, sin máscaras).
A diferencia del niño adaptado, el niño natural presente en cada uno de nosotros nos invita a expresar nuestras características naturales como la creatividad, el amor, la espontaneidad, la alegría, la libertad, el juego, la libre expresión de nuestras emociones… un niño natural herido, es el pequeño ser frágil y asustado que vive exiliado en el corazón de cada uno de nosotros.
¿Cuál es su relación con el niño natural en usted?
A continuación hay una lista de afirmaciones a las que te invito a responder SÍ o NO sin pensar demasiado. Si dudas, elige la respuesta que se te haya ocurrido primero.
- Siento miedo y/o ansiedad ante las noticias
- trato de complacer a todos
- Estoy constantemente en conflicto con los demás.
- Evito los conflictos tanto como sea posible.
- Guardo todo y no tiro nada
- Me obsesiona el orden y la limpieza.
- A menudo no me siento con ganas
- Tengo tendencia a tener que probarme a mí mismo ante los demás.
- Tengo miedo de la gente y prefiero estar solo.
- No me gusta estar solo, necesito rodearme de la compañía de los demás.
- tengo miedo de que me abandonen
- Sé poco sobre mis necesidades.
- Me resulta difícil tomar una decisión, hacer una elección
- soy muy inquieto
- a menudo digo que si
- Tengo problemas para decir NO
- Temo a mis sentimientos y emociones.
- Tengo miedo de expresar mis sentimientos y emociones.
- Quiero ser lo más competitivo posible.
- tengo miedo del error
- Paso mucho tiempo analizando lo que otros dicen
- Miento regularmente, incluso sobre cosas sin importancia.
- le tengo miedo a la gente mandona
- No soporto a las personas autoritarias y me comparo con ellas.
- A menudo me avergüenzo de mí mismo, de mis pensamientos, sentimientos, emociones
¡Ha llegado el momento de hacer balance! Si respondió SÍ a 5 o más oraciones, es muy probable que sus comportamientos estén dictados por miedos de los que no es consciente. ¡Tu bebé natural ha estado en el exilio durante demasiado tiempo! Pero no se asuste, este es el caso con la mayoría de nosotros.
¡Es hora de superar tus miedos y cuidar al niño interior que está exiliado dentro de ti!
Cómo manejar los miedos – Miedos ancestrales
El miedo a perder el control
La vida, en sus múltiples formas y experiencias, da miedo. ¡Sí, la vida da miedo!
Para tratar de frenar este miedo, hacemos todo lo posible para tratar de controlar nuestra vida. Es un intento de recuperar el poder sobre nosotros mismos. Si bien este deseo es natural y legítimo, sin embargo alberga una ilusión: creer que el miedo puede desaparecer para siempre.
El miedo es una apelación. ¡Acontecimientos olvidados, sufrimientos ocultos, necesidades y deseos negados, tarde o pronto resurgirán en nosotros! Los síntomas del miedo nos catapultan a la impotencia y alimentan el miedo a perder el control.
Cuando tenemos miedo, la sensación de perder el control provoca ansiedad, angustia, estrés. Esta sensación nos revela las limitaciones y la naturaleza imperfecta del ser humano.
Pero si queremos entendernos a nosotros mismos a través de nuestros miedos, tenemos que soltar y aceptar . Cualidades imprescindibles para conocernos más allá de nuestros límites.
Cómo gestionar los miedos – El miedo a revivir el sufrimiento de la infancia
Al principio es difícil reconectar con el niño sufriente que hemos sido. Sabemos que ese niño sufrió y preferimos olvidar todas las experiencias que nos dolieron en el pasado. Nos sentimos terriblemente impotentes frente a él.
Todos construyen un muro para protegerse del sufrimiento infantil. El miedo a revivir el sufrimiento de la infancia es omnipresente y limita la empatía natural, la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Esta capacidad, la empatía, es fundamental para reconstruir una relación sana entre el adulto y el niño que hemos sido.
La metáfora del niño que llevamos dentro es una maravillosa oportunidad para superar nuestros miedos, porque el niño que llevamos dentro suele ser inseguro. Hablar con él, aunque sea unos minutos al día, realmente puede cambiar nuestra vida.
El miedo, esta emoción central, está presente en nosotros desde el nacimiento. Es una emoción natural, pero nadie nos ha enseñado realmente a entrar en contacto con ella, con todo lo que hay que vivir, sentir, expresar.
El miedo siempre tiene una doble función: ocultar nuestra verdad interior o invitarnos a descubrirla. Hasta que cultivemos cualidades como la empatía, la aceptación, el dejarse llevar, no podremos abrir la puerta para conocerlo.
El miedo a sobrepasar los propios límites
Este tercer miedo ancestral es particularmente tóxico porque paraliza nuestra vitalidad, la fuerza que impulsa a cada uno de nosotros a desarrollar su potencial, su talento natural.
Al negarnos a explorar nuestros conflictos internos y las angustias que generan, nos reprimimos y renunciamos a gran parte de nuestro impulso vital. Es como remar contra la corriente.
La vida es un proceso basado en el cambio, el movimiento y la cooperación. Sin esta dinámica, la vida no puede circular.
Siempre animo a mis pacientes a escuchar su voz interior y hacerse las siguientes preguntas:
- ¿Qué me apasiona?
- ¿Qué trabajo se acerca a mis gustos, pasiones, deseos?
- ¿Cómo puedo trabajar sin sentirme cansado y aburrido?
- ¿Cuáles son las habilidades específicas que me hacen único?
Haz algo todos los días que te asuste
Eleanor Roosevelt
Esta invitación, de la esposa del célebre presidente estadounidense, es una excelente idea para ampliar el campo de nuestras posibilidades.
Lo importante no es tanto saber qué es posible o no, esto es subjetivo y varía de persona a persona, sino reconocer que estas imposibilidades son límites impuestos por nuestro espíritu y depende de nosotros transgredirlos.
¡Superar un límite familiar, cultural, social es una verdadera liberación! La confianza en uno mismo se cultiva con la adquisición progresiva de lo que imaginamos imposible. Ampliar el abanico de posibilidades significa empoderarnos para experimentar éxitos
Cómo gestionar los miedos – Miedos a la adaptación
Miedo a lo desconocido
El miedo a lo desconocido está ligado a la tendencia de cada uno de nosotros a proyectar » futurización » hacia el futuro.
El futuro se vuelve estresante porque no queremos aceptar que es incierto, desconocido. El estrés es la parte visible de un iceberg cuya parte sumergida es el miedo a lo desconocido. Para tener menos miedo, cada uno de nosotros llena lo desconocido con lo conocido. ¿Cómo? Idealizar o denigrar el futuro.
El miedo al futuro esconde el miedo a no conseguir lo que faltó en la infancia. Proyectamos escenarios llenos de deseo de reparación y miedos ancestrales hacia el futuro. Pocas personas aceptan verdaderamente lo desconocido, lo impredecible, lo incontrolable.
Cómo manejar los miedos – El miedo a perder el amor
Gran parte de nuestra personalidad se basa en el miedo a perder. Creamos y usamos una máscara de características que creemos que son presentables y aceptables para el otro y para la sociedad en general. Sigo cumpliendo, me pongo una máscara para ser aceptado.
Todos estamos buscando nuestro lugar dentro de nuestro grupo de miembros; el primer grupo es la familia de origen donde nace el sentimiento de pertenencia. Necesidad humana esencial. El hombre es un ser social y necesita encajar en un grupo, pertenecer a un sistema e interactuar con él.
Siempre que el niño que hay en nosotros no es escuchado en sus necesidades y emociones, tiene miedo de perder el vínculo con el otro, tiene miedo de no ser lo suficientemente sumiso, este miedo genera el tercer miedo de adaptación: el miedo a ser ridiculizado.
El miedo a ser ridiculizado
El ridículo es tan doloroso que preferimos evitarlo a toda costa.
Cuando somos ridiculizados, el sentimiento de pertenencia está muerto. El miedo a que vuelva a aparecer el ridículo nos hace más obedientes y obedientes.
¡Solo el miedo a no atreverse es ridículo!
La vida, como el teatro, es un espacio para aprender a atreverse. Atreverse es aceptar aprender a conocerse. Atreverse es permitirse ser uno mismo y aprovechar el bienestar que produce quitarse la máscara y deshacerse del “ carácter ”.
Estos 3 miedos a la adaptación pertenecen al niño adaptado dentro de cada uno de nosotros. Miedos que se activan ante la presencia de la familia de origen y pueden contaminar las relaciones amorosas y de amistad: los celos , el miedo a perder al otro , el miedo a no ser suficiente … son las otras caras de los miedos al abandono.
Cómo manejar los miedos – Miedos de la niñez
La función principal de los miedos infantiles es crear un vínculo. La segunda función es arrojar luz sobre la naturaleza de los deseos e impulsos humanos.
Cada edad tiene su propio miedo, que se desarrolla con la edad y el entorno.
¿Recuerdas cuáles eran tus miedos cuando eras niño?
Miedo a la oscuridad
Para algunos, el miedo a la oscuridad aún no se ha superado.
El no tener referencias visuales produce una sensación de vacío, de separación, de ausencia de un vínculo tranquilizador. La noche y la oscuridad despiertan sus miedos infantiles en el adulto. A veces se producen imágenes perturbadoras en la oscuridad.
Cómo manejar los miedos – Miedo a los monstruos
Los monstruos son la encarnación de los deseos ocultos y los impulsos difíciles de manejar. Transmiten todos los sentimientos de vergüenza, culpa, impotencia o celos que atormentan al niño. Proyectándolos al exterior, el niño los afronta más fácilmente.
Los monstruos de la infancia están presentes desde los dos años. En la oscuridad vagan y se comunican con el niño asustado. El dormitorio es un patio de recreo favorito.
Miedo a la sombra
Tenemos una Sombra dentro de nosotros: un tipo muy malo, muy pobre que tenemos que aceptar
carl gustav jung
La sombra es el depósito de los aspectos rechazados de nuestra personalidad. Evitamos confrontar nuestra sombra porque juzgamos muy severamente lo que la sombra esconde. En realidad tenemos miedo de nuestras fragilidades y debilidades. Huimos de nuestra sombra para evitar abrazar lo que no amamos en nosotros.
Cómo gestionar los miedos – Miedos relacionales
El miedo a ser rechazado
El miedo al otro es omnipresente. Cada uno de nosotros, consciente o inconscientemente, experimenta un sentimiento de rechazo. ¿Cómo es posible vivir entre los demás sin miedo a sufrir o causar sufrimiento? Un primer punto de partida es evaluar nuestro grado de violencia física, psicológica, verbal hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Cómo manejar los miedos – El miedo a ser juzgado
¿Por qué es tan difícil satisfacer nuestras necesidades ? A menudo, lo que impide esto es el miedo a ser juzgado.
¿Cuáles son estos juicios ? Si nos tomamos el tiempo de escucharlos, son muchos y exigen obediencia y conformidad a nuestro contexto familiar, social y cultural. Sin embargo, un juicio prevalece sobre todos los demás: el egoísmo . Si cuidas de ti y de tus necesidades, pronto se hará oír una voz: » ¡Eres un egoísta !», » ¡Solo piensas en ti !».
Lo que es egoísta es exigir que los demás vivan su vida como nos gustaría. De acuerdo a nuestros gustos, para nuestro beneficio personal, o placer
Antonio de Mello
El miedo a lo diferente
Cada uno de nosotros tiene miedo de lo diferente de sí mismo. Quien es diferente da miedo.
En la construcción de relaciones sociales sanas y enriquecedoras es fundamental aceptar las diferencias entre nosotros y nuestras necesidades y los demás y sus necesidades.
Jacques de Bourbon Busset, escritor y académico francés, dice:
El amor es cuando la diferencia ya no separa
Cómo gestionar los miedos – Los miedos fundamentales
El miedo al abandono
El miedo al abandono tiene una implicación paradójica. Por un lado, todos necesitamos construir vínculos entre nosotros, pero al mismo tiempo tenemos miedo de perder la intimidad que implica construir un vínculo.
Muchas personas ponen distancia en sus relaciones o se separan para evitar sufrir una posible pérdida.
Cómo gestionar los miedos – El miedo al cambio
La vida es movimiento, cambio, transformación constante. Siempre hay una puerta a nuevas oportunidades.
El miedo al cambio está arraigado en cada uno de nosotros. Es invisible, pero detrás de una espera hay un deseo de control, un miedo al cambio.
Algunas transformaciones en nuestra vida se imponen a la fuerza y alimentan el miedo al cambio. La persona, no preparada, atraviesa una crisis: la enfermedad, el accidente, la pérdida de un ser querido, un despido pueden revolucionar una vida y convertir en polvo todo lo que dábamos por hecho. Estas crisis nos recuerdan lo ilusorio que es creer que controlamos nuestra existencia.
Todos pueden transformar sus experiencias, incluso las más dolorosas, a través de nuevas percepciones. Obviamente hacer esto no es lo más fácil del mundo, la vida puede ser difícil, pero a veces el miedo puede ser un aliado.
Nos enseña a movilizar nuestros recursos, a veces desconocidos, para superar las crisis y las pruebas de la vida. Surge una nueva comprensión cuando se da la bienvenida al sufrimiento y cuando sentimos compasión. Expresar nuestro dolor, dolor, apoyarnos con cariño, animarnos a seguir adelante son las señales de que el miedo ya no es nuestro enemigo.
Miedo a la muerte
El miedo a la muerte provoca una profunda angustia, una impresión de muerte inminente; es un miedo natural, todos los seres humanos tienen miedo de morir. El miedo al abandono, el miedo al cambio y el miedo a la muerte son atávicos, pertenecen a la experiencia humana.
Es necesario tener miedo a morir para vivir la vida plenamente
El miedo a morir no significa necesariamente que sentiremos angustia cuando llegue el momento, es posible dejar esta vida en paz, con la sensación de haber disfrutado plenamente utilizando nuestras habilidades y capacidades al máximo.
La muerte nos recuerda la responsabilidad de nuestra propia vida.
Haz un balance de tu camino de vida:
“ En este mismo momento de tu vida, ¿cuáles son tus remordimientos? «
La vida es un potencial para la alegría y el amor, para la libre expresión y el disfrute. Si cuidas tu vida, desarrollarás el coraje de cambiar para vivir de acuerdo y armonía con el niño natural que hay en ti. Es una existencia que te dejará sin remordimientos.
Debemos autorizarnos a existir para no arrepentirnos
En caso de miedos excesivos que afecten tu vida de forma importante, es fundamental contactar con un psicólogo en Palma de Mallorca.