
Cómo nos preparamos física y mentalmente para la cirugía
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Cómo nos preparamos física y mentalmente para la cirugía: Consejos para una recuperación exitosa
La idea de someterse a una cirugía puede ser aterradora y abrumadora para muchas personas. A menudo, nos centramos en los detalles prácticos de la cirugía, como la fecha y la hora, el procedimiento y la anestesia, pero nos olvidamos de prepararnos física y mentalmente para el procedimiento. En este artículo, discutiremos algunos consejos útiles sobre cómo prepararse para una cirugía para una recuperación exitosa.
La cirugía es una de las decisiones más difíciles que podemos tomar en nuestra vida, no solo nos afecta físicamente sino también emocionalmente.
Introducción
La cirugía puede ser una experiencia emocionalmente agotadora. Independientemente de si es una cirugía importante o menor, la preparación es crucial para garantizar una recuperación exitosa. La preparación adecuada antes de la cirugía no solo ayudará a reducir los riesgos y las complicaciones durante y después del procedimiento, sino que también mejorará su recuperación física y mental. A continuación, presentamos algunos consejos útiles sobre cómo prepararse física y mentalmente para una cirugía.
Cómo prepararse físicamente para la cirugía
Antes de la cirugía, es importante preparar su cuerpo para el procedimiento. A continuación, presentamos algunos consejos sobre cómo hacerlo:
- Siga las instrucciones de su médico: Siga las instrucciones de su médico para la preparación física. Esto puede incluir restricciones dietéticas, cambios en su rutina de ejercicio y medicamentos que deben evitarse antes de la cirugía.
- Mantenga una dieta saludable: Una dieta saludable rica en nutrientes es importante antes de la cirugía. Incluya alimentos ricos en proteínas, como carnes magras, pescado, huevos y frijoles, así como frutas y verduras.
- Haga ejercicio regularmente: Siempre y cuando su médico lo permita, mantenga una rutina regular de ejercicio antes de la cirugía. Esto puede ayudar a mejorar su estado físico y reducir el estrés.
- Deje de fumar: Fumar puede aumentar los riesgos y las complicaciones durante la cirugía. Si fuma, intente dejar de fumar antes de la cirugía.

Cómo prepararse emocionalmente para la cirugía
La cirugía puede ser una experiencia emocionalmente agotadora. A continuación, presentamos algunos consejos útiles sobre cómo prepararse emocionalmente para la cirugía:
- Hable con amigos y familiares: Hablar con amigos y familiares puede ayudarlo a reducir la ansiedad y el estrés antes de la cirugía. Busque apoyo emocional de aquellos en quienes confía.
- Practique la relajación: La relajación puede ayudarlo a reducir la ansiedad antes de la cirugía. Pruebe técnicas de relajación como respiración profunda, visualización o escuchar música relajante.
- Acepte sus emociones: Es normal sentir miedo, ansiedad y tristeza antes de la cirugía. Acepte sus emociones y no se sienta culpable por sentirse así.
- Mantenga una actitud positiva: Mantenga una actitud positiva y enfóquese en los resultados positivos de la cirugía. Esto puede ayudarlo a mantener una perspectiva positiva y reducir el estrés.
La decisión de realizar o no una intervención quirúrgica, especialmente en el caso de las electivas (intervenciones a demanda, como las de cirugía estética, o intervenciones quirúrgicas cronometradas), pasa por sopesar las opciones, la elección del momento operatorio, así como así como una preparación emocional y física para asegurar los mejores resultados postoperatorios.
La preparación preoperatoria implica tanto un componente físico (dieta, actividad física, dejar de fumar, etc.), como psicológico, unas intervenciones que implican un cambio de estilo de vida y de comportamiento a largo plazo, incluso requiriendo apoyo psicológico especializado (operaciones de obesidad, operaciones estéticas). que modifican significativamente la apariencia física).
Una vez que hemos tomado la decisión de operar, debemos encontrar la respuesta a preguntas como:
- ¿Tenemos otras alternativas?
- ¿Qué tipo de operación debemos elegir?
- ¿Elegí al mejor médico para la operación?
- ¿Cómo reaccionará nuestro cuerpo después de la operación?
- ¿Cuánto tiempo nos llevará recuperarnos?
Después de elegir el equipo médico y la clínica adecuada a nuestra situación, en la discusión con el médico elegido debemos encontrar respuestas a cualquier inquietud relacionada con los riesgos, las complicaciones, el período de recuperación, etc. Para comodidad mental, no está de más pedir una segunda opinión.
Incluso los cirujanos con mucha experiencia prefieren operar a pacientes que están lo más sanos posible.
Una vez determinado el día de la intervención, en el período previo a la misma, es importante seguir los consejos del médico, no esforzarse demasiado, ya que se sabe que una intervención quirúrgica somete al organismo a un estrés tanto físico como emocional. Incluso los cirujanos con mucha experiencia prefieren operar a pacientes lo más saludables posible, por lo que es bueno dormir lo suficiente, tener una dieta saludable y si somos fumadores, debemos dejar de fumar al menos dos semanas antes de la operación. También debemos seguir las instrucciones del médico con respecto a tomar o suspender ciertos medicamentos.
El verdadero «trabajo» comienza después de la cirugía y está representado por el período de convalecencia. Una vez que nos despertamos de la anestesia, estaremos confusos y mareados, la presencia de una persona cercana, generalmente un familiar que nos conoce bien, suele ser de ayuda. Después del alta, la supervisión debe durar al menos 48 horas, por parte de las personas cercanas.
Mantener el contacto con el médico tratante es un elemento clave en el período de recuperación postoperatoria
Los estudios muestran que los pacientes que entienden completamente las etapas del cuidado posoperatorio pueden manejar mejor el dolor y prevenir complicaciones. Los cuidados postoperatorios suponen en ocasiones la adquisición de nuevas habilidades, tanto por nosotros como por los que nos rodean, como el cambio de apósitos, nuevas formas de movilización, etc. Mantener el contacto con el médico tratante es un elemento clave en el período de recuperación postoperatoria, ya que se ha comprobado que una comunicación permanente con el equipo quirúrgico reduce el riesgo de complicaciones graves.
Incluso después de la etapa de recuperación inicial, nuestro cuerpo necesita descanso y tiempo para recuperarse por completo. Los consejos médicos deben seguirse estrictamente, la reanudación de los hábitos alimentarios, del sueño y de las actividades diarias debe hacerse de forma paulatina, sin excesos.