Cómo sobrevivir a las rabietas de los niños pequeños 

Cómo sobrevivir a las rabietas de los niños pequeños 

Si estás lidiando con las rabietas de tus hijos pequeños, ¡no estás solo! Las rabietas son una parte normal del desarrollo infantil y, aunque pueden ser desafiantes, hay estrategias efectivas para sobrevivir a ellas. En este artículo, exploraremos por qué ocurren las rabietas, cómo manejarlas de manera efectiva y brindaremos consejos prácticos para ayudarte a mantener la calma y guiar a tus pequeños a través de estos momentos difíciles.

Su hijo pide agua. Le das un poco de agua a tu hijo. Y de repente empiezan los gritos… ¿Qué está pasando? El agua podría tener la temperatura incorrecta, podría estar en la taza equivocada, es posible que a su hijo no le guste la forma en que le entregó el agua, quién sabe. Lo único que está claro es que su hijo está a punto de tener una rabieta. Siga leyendo para saber qué son las rabietas, por qué ocurren, cómo tratarlas y, mejor aún, cómo prevenirlas. 

Las rabietas son la forma de protesta de su hijo. Vienen en todas las formas y tamaños y pueden implicar gritos, rigidez de las extremidades, arqueamiento de la espalda, patadas, caídas, sacudidas o huidas. En algunos casos, los niños contienen la respiración, vomitan, rompen cosas o se lastiman a sí mismos oa otras personas como parte de una rabieta. 

Las rabietas son normales, comunes y esperadas. Entre las edades de dos y cuatro años, más del 90% de los niños tendrán rabietas. Las rabietas tienden a alcanzar su punto máximo durante este rango de edad porque los niños aún se encuentran en las primeras etapas del desarrollo social, emocional y del lenguaje. No siempre pueden comunicar sus necesidades y sentimientos, lo que a menudo los lleva a la frustración. Y están aprendiendo que la forma en que se comportan puede influir en los demás. Así que las rabietas terminan convirtiéndose en una de las formas en que los niños aprenden a expresar sus sentimientos y cambiar lo que sucede a su alrededor. 

Antes de pasar a las estrategias sobre cómo ayudar a prevenir y aliviar las rabietas, es importante aclarar qué no significan las rabietas. Las rabietas no significan que le estás fallando a tu hijo o que eres un mal padre. Las rabietas no son una señal de que tienes un hijo malo o de que tu hijo está tratando de manipularte. Es común que los padres tomen las rabietas como algo personal y reaccionen en consecuencia, pero en realidad lo que está haciendo su hijo es completamente apropiado para su desarrollo. 

Cómo sobrevivir a las rabietas de los niños pequeños 

La Ciencia Detrás de las Rabietas

¿Por qué ocurren las rabietas?

Las rabietas son una expresión emocional intensa y a menudo explosiva que los niños pequeños pueden experimentar. Estas explosiones emocionales pueden estar relacionadas con el hecho de que los niños aún están aprendiendo a manejar sus emociones y a comunicarse de manera efectiva. El área del cerebro encargada de la regulación emocional todavía está en desarrollo, lo que puede hacer que los niños sean más propensos a reaccionar con intensidad frente a la frustración, el enojo o la incapacidad para obtener lo que desean.

¿Cuándo suelen ocurrir?

Las rabietas suelen ser más frecuentes entre los 2 y 4 años de edad, cuando los niños están comenzando a explorar su independencia y aún no tienen las habilidades lingüísticas para expresar sus necesidades y deseos de manera clara. Pueden ocurrir en cualquier lugar y en cualquier momento, desde la tienda de comestibles hasta la hora de acostarse. Es importante recordar que las rabietas son una parte normal del desarrollo y no son un indicativo de mala crianza.

¿Cómo puedo evitar las rabietas? Estrategias

Mantén la calma

Cuando tu hijo está en medio de una rabieta, puede ser fácil perder los estribos. Sin embargo, mantener la calma es fundamental para ayudar a tu hijo a sobrellevar sus emociones. Respira profundamente y recuerda que estás allí para guiarlo a través de este momento difícil.

Sé comprensivo y empático

Intenta ponerte en el lugar de tu hijo y comprender sus emociones. A veces, todo lo que necesitan es sentir que sus sentimientos son validados. Di algo como: «Entiendo que estás frustrado porque no puedes tener esa galleta ahora mismo».

Ofrece opciones limitadas

Darle a tu hijo opciones limitadas puede ayudarles a sentir que tienen cierto control sobre la situación. Por ejemplo, en lugar de decir «No puedes comer dulces ahora», podrías decir «Puedes elegir entre una manzana o una pera como snack».

Establece rutinas y límites

Los niños pequeños se sienten más seguros cuando tienen rutinas y límites claros. Establece horarios para comidas, siestas y actividades para que sepan qué esperar.

Distrae y redirige

Si sientes que una rabieta está a punto de comenzar, distrae la atención de tu hijo con algo que les guste o redirige su enfoque hacia otra actividad.

¿Cómo debo actuar durante una rabieta?

Cuando un niño tiene una rabieta, puede ser difícil saber qué hacer para ayudarlo a calmarse. Aquí hay algunos consejos útiles:

  • Mantener la seguridad: Si su hijo está pataleando o golpeando, asegúrese de que esté seguro y no se lastime a sí mismo o a otros.
  • Ofrecer consuelo: Aunque puede ser tentador ignorar a un niño que está teniendo una rabieta, es importante ofrecer consuelo y apoyo emocional. Hable con su hijo en un tono tranquilo y reconfortante.
  • Ser firme pero amable: Si su hijo está teniendo una rabieta porque quiere algo que no puede tener, es importante ser firme pero amable. Explique por qué no puede tener lo que quiere y ofrezca una alternativa.
  • Ignorar el comportamiento negativo: Si su hijo está teniendo una rabieta para llamar la atención, puede ser útil ignorar el comportamiento negativo y recompensar el comportamiento positivo.

¿Cómo puedo prevenir futuras rabietas?

Aunque no siempre es posible prevenir futuras rabietas, hay algunas cosas que los padres pueden hacer para ayudar a sus hijos a desarrollar habilidades emocionales saludables:

  • Enseñar habilidades de resolución de problemas: A medida que los niños crecen, es importante enseñarles habilidades de resolución de problemas para que puedan manejar situaciones difíciles de manera efectiva.
  • Fomentar la comunicación: Asegúrese de que su hijo se sienta cómodo hablando sobre sus sentimientos y emociones. Escuche activamente y ofrezca apoyo emocional.
  • Proporcionar un ambiente seguro y amoroso: Los niños que crecen en un ambiente seguro y amoroso tienen menos probabilidades de tener rabietas y otros problemas de comportamiento.

Maneras de hacer que las rabietas sean menos probables: 

  • Identifique los desencadenantes de las rabietas como el cansancio, el hambre, los miedos o la sobreestimulación. Es posible que pueda planificar estas situaciones y evitar los factores desencadenantes.
  • Ayude a su hijo a comprender sus sentimientos para que no se sienta tan grande. Esto puede comenzar al nacer usando palabras para etiquetar sentimientos como “feliz”, “triste”, “enojado”
  • Haga que su hijo se sintonice con los sentimientos que tiene cuando atraviesa una situación estresante sin una rabieta. Por ejemplo “Mami dijo que teníamos que irnos del parque y te fuiste sin enfadarte. ¿Cómo se sintió? ¿Te sentiste tranquilo?
  • Modele estrategias de afrontamiento positivas para manejar situaciones estresantes. “Me preocupa que lleguemos tarde debido a este tráfico, voy a tomar algunas respiraciones profundas” 
  • Ofrezca opciones en la toma de decisiones para fomentar la independencia «¿Preferiría usar la camisa naranja o la camisa azul hoy?»

Maneras de ayudarlo a usted y a su hijo durante la rabieta: 

  • Use un mantra : repetir un mantra puede ayudarlo a mantener la calma, lo que le permitirá tener más recursos emocionales para apoyar a su hijo. Algunos mantras incluyen
    • “No es personal, es normal y apropiado para el desarrollo”
    • “No me están haciendo pasar un mal momento, lo están pasando mal”
    • “Detente y toma un respiro”
  • Diga menos : como adultos racionales, nos gusta hablar de los problemas, pero cuando su hijo está en medio de una rabieta, a veces decir menos es más. Sus sentimientos pueden ser tan grandes que es mejor guardar cualquier explicación para cuando termine la rabieta.
  • Ofrezca empatía y reconocimiento: aunque su hijo se esté volviendo loco por algo que le parezca tonto, como no poder usar la camisa manchada de ketchup de ayer, hablarle con empatía lo ayudará a sentirse visto y comprendido. 
  • Mantén la calma pero no te rindas: tu hijo imitará lo que haces. Si respira profundamente y regula sus emociones, a su hijo le resultará más fácil hacer lo mismo. Puede reconocer las frustraciones de su hijo con calma y no ceder, lo que solo reforzará las rabietas. Un ejemplo de este tipo de afirmaciones sería “Veo que estás muy enojado y frustrado porque tenemos que irnos del parque, pero no podemos quedarnos aquí más tiempo”. 

Cuando haya superado una rabieta, es importante recordarle a su hijo lo querido que es, incluso cuando sus sentimientos son tan grandes. Un abrazo le recordará a su hijo que está seguro con usted y que sus rabietas no lo disuaden. Cuando termine la rabieta, es importante informar a su hijo y narrar el curso de la rabieta, desde el desencadenante hasta el comportamiento y la calma. Esto ayudará a su hijo a comprender que sus sentimientos son una reacción a algo. 

Las rabietas pueden ser muy desencadenantes según nuestra propia infancia y las formas en que aprendimos a lidiar con las emociones negativas. Si le resulta difícil seguir estos consejos o mantener la calma frente a la angustia de su hijo, puede ser importante comprender y procesar mejor sus respuestas emocionales a la desregulación de su hijo. 

Preguntas Frecuentes (FAQs)

¿Son las rabietas un signo de mala crianza?

No, las rabietas son una parte normal del desarrollo infantil. Los niños pequeños están aprendiendo a manejar sus emociones y a comunicarse de manera efectiva, lo que puede llevar a rabietas ocasionales. Lo importante es cómo respondas a ellas y cómo guíes a tu hijo a través de sus emociones.

¿Debería ceder a las demandas de mi hijo durante una rabieta?

No es necesario ceder a todas las demandas de tu hijo durante una rabieta. Es importante establecer límites y enseñarles a manejar la frustración de manera saludable. Siempre mantén la calma y ofrece opciones limitadas para ayudarles a sentir que tienen cierto control.

¿Cómo puedo evitar las rabietas en público?

Las rabietas pueden ocurrir en cualquier lugar, pero establecer expectativas claras antes de salir y distraer a tu hijo con juguetes o actividades puede ayudar a prevenir algunas rabietas en público. Si ocurre una rabieta, intenta llevar a tu hijo a un lugar tranquilo para que puedan calmarse juntos.

Conclusión: Afrontando las Rabietas con Confianza

Lidiar con las rabietas de los niños pequeños puede ser desafiante, pero recuerda que estas explosiones emocionales son una parte normal del crecimiento. Al comprender la ciencia detrás de las rabietas y aplicar estrategias efectivas para manejarlas, puedes ayudar a tu hijo a aprender a regular sus emociones y a comunicarse de manera más efectiva. Mantén la calma, sé comprensivo y establece límites con amor. Con paciencia y persistencia, estarás equipado para sobrevivir a las rabietas y apoyar el desarrollo saludable de tu hijo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *