
Hipersensible: 4 consejos para vivir mejor el día a día
¿Eres hipersensible? 4 consejos para un mejor día a día
1. Desarrollar resistencia al estrés al disminuir la adrenalina y aumentar la oxitocina a través de la actividad física
Las personas hipersensibles toleran menos el estrés que otras personas. El estrés cambia el flujo de energías y tiene repercusiones a nivel energético.
Si desea obtener una mejor conciencia de su estrés, es útil preguntarse qué es lo que le molesta tanto en este momento: ¿demasiados estímulos externos? ¿Te enfrentas a demasiados cambios a la vez? ¿Estás experimentando un conflicto interior? ¿Estás en conflicto con alguien o con circunstancias externas? ¿O es incluso un conflicto completamente sin sentido?
Una persona hipersensible que conscientemente logra percibir su propio estrés como un desafío gracias al cual crecer ya es la mitad de la batalla. Además, es fundamental que los hipersensibles disminuyan los niveles de adrenalina a través del movimiento físico diario . ¡Solo un paseo, después de todo!
2. Confiar en tu cabeza, sentir tu cuerpo
Al absorber más estímulos que otros, los hipersensibles también se ven obligados a procesar un mayor número de ellos. Incorporan más información en su razonamiento y tienen la capacidad de razonar de una manera más diferenciada y compleja. El problema, sin embargo, surge cuando el hipersensible no está centrado en sí mismo , no se ha centrado en su propio centro. Esto puede llevarlo a ser más objetivo, pero al carecer de conexión con su cuerpo, no tiene forma de ver confirmadas sus deducciones gracias a una sensación que solo él es capaz de brindar. Con la pérdida del vínculo con el propio cuerpo, la solución es adaptarse a los demás.
Entonces, ¿qué puedes hacer para practicar el pensamiento consciente?
He aquí un ejercicio: toma papel y lápiz y….
- ¿En qué estabas pensando hace un momento?
- ¿Eras consciente de que lo pensabas?
- ¿Querías pensar eso?
- ¿Quién es él o qué está pensando realmente aquí?
Cuanta más conciencia ganes, más te volverás dueño de tu mente.
3. Lidiar con los conflictos, aprender a decir no
Por lo general, los hipersensibles deciden servirse solos cuando ya no queda mucho del pastel. Primero se aseguran de que todos hayan tenido su tajada, y sólo una vez que han comprobado que los demás están satisfechos y que ellos se quedan con las manos vacías, deciden hacer sus reclamos y exigir equidad y justicia.
Cuanto más te demores , más agresión se acumula . Debemos aprender a decir NO ya defender nuestra posición, porque cuando uno no puede manejar un conflicto, uno se ve obligado a ceder su territorio. El conflicto externo se convierte entonces en interno, donde puede dar cabida al estrés y las dolencias físicas.
4. Aprende a percibir tu cuerpo para conocer tus límites
¿Cómo es el dicho? Justo en el clímax, es hora de parar. Otro bocado y de repente la comida ya no es tan sabrosa, ya no trae placer. Es precisamente en ese punto donde se ha llegado al límite . A menudo tenemos la capacidad de sentirlo a nivel físico debido a la educación. Aprovecha las situaciones cotidianas para practicar la identificación del punto en el que lo agradable se convierte en desagradable , de modo que seas cada vez más capaz de decir «¡PARA!» una vez que lo alcances. Y recuerda: son los límites y las fronteras entre los individuos los que permiten los contactos. Si sabes rastrear a los tuyos, no te verás constantemente obligado a encerrarte en ti mismo, a sacrificar tu espacio, a lastimarte o monopolizarte, y evitarás hacer lo mismo con los demás.