
La procrastinación, enemiga de la eficiencia
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¿Te sientes abrumado con las tareas? ¿Crees que pospones demasiado las cosas importantes? ¿Sientes que no eres todo lo eficiente que te gustaría? ¿Dejas con frecuencia las cosas importantes para el último momento? ¿Pasas más tiempo preocupándote por una tarea que trabajando en ella? En este caso es posible procrastinar.
Procrastinar es posponer una tarea importante para un momento indefinido en el futuro (mañana, cuando haga más calor, cuando termine lo que tengo que hacer) e involucrarme en tareas menos importantes. Muy a menudo, para deshacernos del sentimiento de culpa y justificar la postergación del embarazo, nos ofrecemos una serie de excusas.
Todos quieren ser más eficientes en el trabajo, terminar a tiempo todo lo que tienen que hacer y poder disfrutar de su tiempo libre. Desafortunadamente, nuestra eficiencia a menudo se ve afectada por la procrastinación y las tareas se acumulan y se vuelven cada vez más abrumadoras.
Las personas que procrastinan a veces son conscientes de que lo hacen, pero no entienden por qué no logran hacer las cosas a tiempo. La procrastinación puede afectar cualquier área de nuestra vida, desde las tareas relacionadas con el trabajo, hasta la familia, las relaciones sociales, la salud o el desarrollo personal.
¿Por qué estamos procrastinando?
Algunos psicólogos argumentan que la gratificación inmediata es tan seductora que la forma más simple y obvia de actuar es evitar las tareas que son difíciles. También es posible que la influencia familiar nos haga procrastinar, o la tendencia al perfeccionismo. Una perspectiva más reciente, y de la que hablaremos con más detalle, es que la procrastinación es una forma de protegernos de experimentar emociones desagradables.
Ellis y Kanus creen que hay tres causas principales de postergación:
- Ansiedad
El miedo a que no hagamos las cosas a la perfección y nos critiquen, que no seamos capaces de hacer la tarea y que los demás se den cuenta, o que si hacemos la tarea en cuestión pueda pasar algo negativo y no seamos capaces de hacerlo. – lo enfrentamos. Todos estos miedos pueden hacer que evitemos involucrarnos en tareas en las que es posible ser evaluado, criticado, en tareas de resultado incierto o en las que es posible fracasar.
Por ejemplo, si tengo que presentar un proyecto frente a mis profesores, tengo miedo de que no sea perfecto y me critiquen, esto creará un estado de ansiedad que me hará procrastinar.
Si quiero invitar a una persona que me gusta a la ciudad, pero tengo una imagen negativa de mí mismo y creo que es posible que me rechace, es muy posible que me demore demasiado en hacerlo.
Si tengo miedo a situaciones inciertas, evitaré enfrentarlas, un ejemplo de este tipo de situaciones son las visitas al médico. Probablemente hayas escuchado a la gente decir «No voy al médico porque podría descubrir que tengo un problema». Para algunos suena absurdo, para otros muy comprensible. Estas personas temen que tomar la decisión de hacer algo pueda producir un cambio en su vida que no podrán afrontar, p. Para saber que tienen un problema de salud. Este cambio le parece tan drástico que considera que no podría afrontarlo y prefiere posponer tareas de este tipo.
- Baja tolerancia a la frustración
Esto se refiere a que algunas personas creen que no pueden tolerar o soportar el aburrimiento, la frustración, la irritabilidad o la incomodidad, por lo que tenderán a evitar las tareas difíciles, aburridas o repetitivas. Estas personas tienen dificultades para posponer la recompensa y decir «se necesita esfuerzo para lograr tus objetivos».
A estas personas les gusta experimentar solo emociones positivas y tienen la creencia errónea de que “la vida debe ser fácil y placentera”, por lo que evitarán realizar tareas que les hagan sentir desagradables.
Por ejemplo, aunque les gustaría deshacerse de los kilos de más, no están dispuestos a «soportar» las molestias del ejercicio. O pueden tener ciertos beneficios financieros, pero les resulta demasiado desagradable completar todo el papeleo necesario.
El problema en tales situaciones está dado por el hecho de que la vida inevitablemente nos traerá tareas que implican incomodidad y cuanto más las posponemos, más difíciles, más llenas de incomodidad se vuelven.
- Razvratirea
Esta es la causa de la procrastinación en las personas que piensan que tienen que decidir todo lo que hacen. Estas personas creen que si alguien les dice que tienen algo que hacer y lo «ejecutan», eso los debilita. Necesitan tener control sobre lo que hacen y usar la procrastinación en este sentido. Por ejemplo. Si mi esposa me dice que haga algo, lo pospondré hasta que quiera hacerlo para demostrar que soy yo quien decide cuándo y qué hacer.
El problema de la rebeldía es que en el trabajo, en el hogar o en las relaciones sociales, muchas veces sucede que tenemos que hacer lo que nos piden los demás. El hecho de que hagamos lo que otros nos piden no nos convierte en miembros débiles sino funcionales de la sociedad. Las personas que tienden a procrastinar debido a la rebeldía a menudo terminan en conflictos o pierden oportunidades de desarrollo profesional.
La inspiración llega, pero debe encontrarte trabajandoPablo Picasso
Estas tres causas pueden funcionar por separado o juntas. Así, cuando tenemos una tarea problemática que realizar, se activan una (o varias causas) y esto crea un estado de malestar (puede ser frustración, ansiedad, ira, irritabilidad, aburrimiento, etc.). Intentaremos evitar ese malestar encontrando una serie de excusas e involucrándonos en actividades menos importantes.

¿Qué excusa usas?
Para deshacernos del sentimiento de culpa que nos da el hecho de que amo una tarea importante, nos «usamos» una serie de excusas:
- «No tengo el ánimo necesario ahora, mejor lo dejo para otro momento cuando tenga el ánimo necesario para escribir».
- «Todavía hay tiempo, mejor espero, trabajo mejor bajo presión»
- «Lo haré mañana»
- «Haré deporte cuando llegue el buen tiempo»
- «Empiezo el proyecto pero primero limpio la casa para poder trabajar mejor después»
- «Lo haré en otro momento, ahora tengo la oportunidad de salir con amigos»
- «Solo haré una llamada telefónica», luego «prepararé un café», «comeré algo», «enviaré un mensaje», etc.
- «Ya comencé a trabajar porque hablé con mi colega sobre los requisitos, todavía tengo algo que hacer mañana»
- «Soy tan perezoso, ¿qué debo hacer si no puedo hacerlos a tiempo?»
- “Ahora no me siento muy motivado para preparar la presentación, lo dejo para cuando esté motivado y lo haré mejor”
- «Es mejor no hablar ahora, como si no fuera el momento adecuado»
Cada una de estas excusas tiene una parte de verdad, lo que está mal es la conclusión de que por eso no podemos o es mejor hacer la tarea respectiva en otro momento. Por ejemplo “Estoy cansado, mejor lo dejo para mañana”. Es cierto que me siento cansada, pero eso no significa que hoy no pueda hacer parte de la tarea.
La procrastinación parece un fenómeno simple y mucha gente piensa que todo lo que tienes que hacer es «hacer». De hecho, «hacer» es importante, pero necesitamos saber cómo hacer y cómo pensar para poder hacer, porque para hacer cierta cosa tenemos que pensar de cierta manera.
¿Qué haces para deshacerte de la procrastinación?
- Identificar tareas que tiendes a posponer
- Trate de entender la razón por la que está procrastinando¿Es ansiedad, baja tolerancia a la frustración o rebeldía?
- Aprende a tolerar la incomodidad asociado con el embarazo desagradable y no lo evitas, si aprendes a tolerarlo disminuirá, si lo evitas se mantendrá o aumentará
- No creas todas tus excusas como viste arriba, las excusas presentan solo una parte de la verdad
- Aplicar estrategias prácticas. Pueden guiarte, ayudarte a estructurar las tareas que tienes que hacer, identificar maneras de empezar a hacerlas y elegir una forma de organizarlas en el tiempo.
Estrategias prácticas
- Decide muy claramente lo que tienes que hacer: haz una lista de las tareas que tienes que hacer
- Prioriza: marque la tarea más importante con una, la siguiente con dos y así sucesivamente
- Rompe la carga en pedazos: una tarea se puede dividir en varias etapas o pasos. Al tomar pasos más pequeños, es mucho más probable que resuelva al menos un paso a la vez. No tienes que ver el embarazo como algo grande y feroz, sino como algo pequeño y alcanzable.
Cómo estás
- Comienza con lo peor: empieza con una tarea o una parte de la tarea que no te gusta nada y después de deshacerte de ella cualquier cosa te parecerá más interesante;
- Usa el estado: esta es la estrategia opuesta a la anterior: comenzar con una tarea más motivadora, más placentera y luego pasar sin descanso a una menos placentera;
- Solo 5 minutos: propone trabajar en la tarea por solo 5 minutos, después de 5 minutos decides si extender por otros 5 minutos o parar y hacer lo mismo. Es posible hacer más de lo que esperabas.
- Establece tus límites: decida que solo trabajará en la tarea durante un tiempo determinado, p. 30 minutos y después de eso te detienes sin importar tu condición.
- Encuentra el momento óptimo: identifique el momento del día en que se siente más eficiente o enérgico y realice las tareas en ese momento. Aquí hay que tener cuidado que el momento adecuado no siempre es “mañana”
- Encuentra el lugar correcto: intente ver qué tipo de entorno lo hace más eficiente y cuáles son los factores en su entorno que pueden contribuir a la procrastinación. Cuanto más accesibles sean las tareas que procrastines, más probable es que las hagas
- Hazlo cuando te acuerdes: para las pequeñas tareas que te irritan, trata de hacerlas tan pronto como te acuerdes
- Asegúrate de no olvidar: establecer tickets o alarmas para recordarte lo que tienes que hacer
- Date recompensas: use las actividades que normalmente hace cuando pospone las cosas como recompensas por completar la tarea o parte de la tarea
Cuando haces
- Planificahaces un plan detallado con todo lo que has hecho en la siguiente semana y lo sigues
- Sé espontáneohaces un plan con las cosas importantes para la siguiente semana, identificas cuando tienes momentos libres y cuando tienes estos momentos eliges de la lista de tareas una tarea prioritaria que quieres hacer
También te puede ayudar:
- Monitores: escribe las cosas que lograste hacer, esto te motivará aún más
- Animarse: lo que te dices a ti mismo es importante, no ayuda etiquetarte o desanimarte, así como animas a los que te rodean cuando están en una situación difícil, también debes animarte a ti mismo.
- Hacer un compromiso: decirle a alguien lo que se propuso hacer, los estudios muestran que cuando nos comprometemos a hacer algo, es mucho más probable que lo cumplamos
- Ser asertivo: si, aunque has aprendido a no aplazar las tareas importantes y has estructurado tu tiempo, aún no consigues hacer todo lo que tienes que hacer, es hora de que aprendas a decir «no» a las tareas adicionales.
Conclusión
La procrastinación es un fenómeno muy común, cada uno de nosotros procrastinamos en algún momento. Es importante entender por qué posponemos las cosas para cambiar algo.
Creo que lo más importante es dejar de esperar las condiciones perfectas en las que podamos hacer lo que nos proponemos, puedo hacer lo que tengo que hacer aunque esté cansado, desmotivado o sin inspiración, lo que importa es lo que hago. hacer, no lo que siento.