Tipos de ansiedad en los niños. ¿Tu hijo puede estar ansioso?

Tipos de ansiedad en los niños. ¿Tu hijo puede estar ansioso?

Durante la infancia, hay momentos en los que los pequeños pueden estar preocupados o ansiosos si hay cambios en el entorno al que están acostumbrados: entran en la escuela o el jardín de infancia y entran en un mundo nuevo con gente nueva o se mudan a otra casa/pueblo. A continuación, presentaremos los tipos de ansiedad más comunes en los niños.

Pero para algunos niños, la ansiedad afecta su comportamiento y pensamientos diarios, interfiriendo con la escuela, el hogar y la vida social. Aquí es cuando puede necesitar ayuda profesional para abordarlo antes de que se convierta en un problema más grave. Entonces, ¿cómo sabe cuándo la ansiedad de su hijo ha llegado a esta etapa?

Algunos de los signos de ansiedad en los niños:

  • Es muy difícil para el niño mantener su concentración.
  • Insomnio o despertarse en medio de la noche con pesadillas
  • No comen lo suficiente o se vuelven muy quisquillosos con la comida.
  • Se ponen nerviosos o irritados rápidamente y, a veces, pierden el control haciendo una escena.
  • Sensación de tensión o agitación que puede ir seguida de frecuentes visitas al baño
  • A menudo lloro sin una buena razón
  • Se quejan de dolores de estómago o de que no se sienten bien

La razón para desencadenar la ansiedad puede diferir según la edad del niño. La ansiedad por separación es mucho más común en los niños pequeños, mientras que los niños mayores o los adolescentes pueden sufrir ansiedad por el rendimiento escolar, las relaciones o la salud.

Tipos de ansiedad en los niños. ¿Tu hijo puede estar ansioso?

¿Qué tipos de ansiedad experimentan los niños?

Miedo a algo específico (Fobia)

Los niños suelen tener miedo de los monstruos, los perros o el agua. Esta es una parte perfectamente normal del crecimiento, pero tiene el potencial de convertirse en una fobia (un tipo de trastorno de ansiedad) cuando el miedo se vuelve abrumador y afecta la vida diaria de su hijo.

Se sienten preocupados y ansiosos la mayor parte del tiempo sin una buena razón.

Aunque es normal que los pequeños tengan miedos y preocupaciones frecuentes, algunos niños ansiosos pueden desarrollar una condición a largo plazo llamada trastorno de ansiedad generalizada cuando llegan a la adolescencia.

El trastorno de ansiedad generalizada hace que se sientan ansiosos por una amplia gama de situaciones y problemas, en lugar de por un evento específico.

Las personas afectadas por esto se sienten ansiosas la mayoría de los días y, a menudo, tienen dificultades para recordar la última vez que se sintieron relajadas.

Ansiedad de separación

La ansiedad por separación se manifiesta cuando a un niño le preocupa no estar con el progenitor o el adulto al que está acostumbrado.

Es frecuente en niños pequeños y se desarrolla normalmente alrededor de los seis meses. Puede hacer que adaptarse a la guardería o la escuela o pasar tiempo con una niñera sea muy difícil.

La ansiedad por separación en los niños mayores puede ser una señal de que se sienten inseguros acerca de algo; podrían estar reaccionando a cambios dentro de la familia, por ejemplo (peleas frecuentes entre los padres o amenazas de divorcio entre los padres).

Ansiedad social

La ansiedad social se manifiesta por la negativa del niño a salir en público, encontrarse con amigos o participar en actividades.

La «timidez» social es perfectamente normal para algunos niños y adolescentes, pero se convierte en un problema – » trastorno de ansiedad social » – cuando las actividades cotidianas como ir de compras o hablar por teléfono provocan un miedo intenso y abrumador. Los niños afectados por esto tienden a tener miedo de hacer o decir algo que creen que puede ser humillante. El trastorno de ansiedad social tiende a afectar a los niños mayores que han pasado por la pubertad.

Ansiedad en la escuela

Algunos niños se ponen ansiosos cuando piensan que tienen que ir a la escuela, hacer amigos o participar en actividades escolares, especialmente si cambian de escuela o se mudan a otra clase, con otros compañeros o maestros.

Es posible que no transmita a sus padres lo que siente, que no esté acostumbrado o que aún no tenga el lenguaje que le permita expresar sus pensamientos, pero a menudo puede quejarse de dolores de estómago o malestar general. Un factor fácil de detectar es si el pequeño llora o parece muy cansado por la mañana.

Afortunadamente, los problemas de ansiedad de los niños se pueden abordar con la ayuda de especialistas en la materia . Ya sea que elija hablar con un consejero escolar o un psicólogo especializado en problemas infantiles, existen opciones y métodos mediante los cuales el niño puede recuperar su confianza y reducir sus miedos y preocupaciones.

Conclusión

Después de revisar los diferentes tipos de ansiedad en los niños, es importante destacar que la ansiedad es una reacción normal ante situaciones nuevas o desafiantes. Sin embargo, cuando la ansiedad comienza a interferir en la vida cotidiana del niño, puede ser útil buscar ayuda profesional.

Afortunadamente, existen diversas estrategias y tratamientos efectivos para manejar la ansiedad en los niños, incluyendo la terapia cognitivo-conductual, la terapia de exposición y el manejo del estrés. Además, los padres y cuidadores pueden desempeñar un papel importante en el manejo de la ansiedad de sus hijos, al brindar apoyo emocional, fomentar la resolución de problemas y enseñar habilidades de afrontamiento.

Es importante recordar que la ansiedad es una condición tratable y que los niños que reciben ayuda temprana para manejarla pueden experimentar una mejora significativa en su calidad de vida. Con el apoyo adecuado y un enfoque proactivo, los niños con ansiedad pueden aprender a manejar sus sentimientos y llevar una vida feliz y saludable.

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