
Amar en silencio. Comunicación no verbal y lenguaje corporal en parejas
Cada relación es única y las personas se relacionan por muchas razones. Parte de lo que define una relación saludable es compartir un objetivo común de lo que queremos que sea la relación y hacia dónde queremos que vaya. Algunas parejas se comunican en voz baja mientras que otras se comunican en voz alta. Sin embargo, la clave para tener una relación sólida es no tener miedo al conflicto. Pero para eso, necesitamos sentirnos seguros. Solo así podremos expresar las cosas que nos molestan sin temor a represalias y resolver los conflictos sin humillaciones, degradaciones o tener que insistir en que tenemos razón.
En las relaciones románticas, el silencio se asocia con tacto y discreción, por lo que tiene un valor significativo. El tacto es una virtud que denota una profunda sensibilidad. El tacto implica el deseo profundo de evitar herir al otro, especialmente evitando ofenderlo y permitiéndole conservar su dignidad. Además, en las relaciones románticas profundas, la honestidad y la franqueza son más valiosas que los buenos modales superficiales ya menudo engañosos. Esencialmente, sin la capacidad de callar y tolerar el silencio, no puede haber una comunicación efectiva ni un buen autoconocimiento. Y para muchos, hablar y hacer ruido se convierte en una estrategia de defensa contra sus propios pensamientos y sentimientos.
Para algunas parejas, los momentos de tranquilidad que pasan con el otro no solo les permiten sentirse a gusto, sino que también tienen efectos beneficiosos; de hecho, son imprescindibles. Para recargar las pilas, los introvertidos no solo necesitan pasar tiempo en soledad, sino también en silencio. Entonces, si somos introvertidos o pasamos mucho tiempo con una pareja introvertida, es importante como pareja entender y respetar la necesidad de tranquilidad de nuestra pareja.
Hay una idea preconcebida sobre el silencio: si nos sentamos en silencio, significa que estamos aburridos o enojados. Entonces, ¿cómo podemos sentarnos juntos en silencio? Por ejemplo, leemos un libro o una revista; nos conectamos juntos a nuestras aplicaciones favoritas para relajarnos o trabajar en un proyecto; caminamos tomados de la mano, sin decir una palabra. Hay muchas cosas que podemos hacer juntos en silencio pero cómodamente.
Lo que a menudo dificulta la evolución, la curación y la resiliencia de una pareja proviene de la mala interpretación del silencio.
Cuando las personas están estrechamente conectadas, son conscientes de las señales no verbales de los demás porque se influyen mutuamente más allá de la conciencia. La expresión «simplemente estar allí» revela una herramienta eficaz para la tranquilidad y el apoyo mutuo, tanto en la vida cotidiana como en la recuperación de un trauma. La presencia del otro enfatiza el poder de conexión incluso en ausencia de palabras.
Gran parte de la comunicación humana proviene de lo que no decimos. Las señales no verbales (que incluyen el contacto visual, el tono de voz, la postura y los gestos) revelan mucho más sobre nosotros y los demás que las palabras. Sin embargo, es importante asegurarse de que lo que expresamos con palabras coincida con nuestro lenguaje corporal. Si decimos «¡estoy bien!», pero apretamos los dientes y desviamos la mirada, entonces nuestro cuerpo claramente está traicionando algo más.
La comunicación no verbal en una relación puede ser increíblemente relajante. Y comprender la importancia de la comunicación no verbal es crucial para la longevidad de la relación. Desde una cálida sonrisa hasta un ligero toque en el brazo, la comunicación no verbal fomenta la cercanía entre las personas.
Este tipo de interacción juega un papel esencial en la relación entre dos personas. Muchas veces, no nos damos cuenta de que la mente inconsciente es tan poderosa que la postura de una persona ya nos dice lo suficiente sobre lo que está pensando. Lo que el compañero revela inconscientemente… el interlocutor recibe (generalmente) también inconscientemente.
El contacto visual también es importante. Cuando una persona mira hacia abajo o hacia otro lado, podría significar que se está «desvinculando» de la conversación en la que está involucrada. Y las expresiones faciales nos dan pistas adicionales sobre cómo se siente esa persona. Por ejemplo, una sonrisa, un ceño fruncido, las comisuras de los labios hacia abajo en señal de desaprobación e incluso una inclinación de cabeza revelan la actitud del otro.
El lenguaje corporal tiene una forma única de comunicarse. Nos cruzamos de brazos, ¿así que nos defendemos y despedimos la conversación? ¿Está el cuerpo de la pareja frente a nosotros o no? ¿Estamos desplomados en la silla y mirando hacia abajo? ¿O estamos los dos frente a frente en posiciones abiertas?
Las señales no verbales de una persona pueden ser leídas más fácilmente por alguien que ya las conoce: un amigo cercano, pareja o familiar. En las relaciones cercanas, esta comprensión no verbal más profunda facilita el acercamiento y el fortalecimiento de los vínculos, siempre que las señales sean positivas. Y viceversa.
Hay investigaciones que dicen que a medida que pasan más tiempo juntos como pareja, las personas hablan menos entre sí y confían más en la comunicación no verbal. Pero para que esto funcione, cada socio debe recibir con precisión lo que el otro está transmitiendo. La comunicación no verbal también se basa en la rutina, lo que, para muchas personas, significa estabilidad.
«Comunicación» significa más que «discurso». Muchos mensajes esenciales para la relación se transmiten precisamente a través de la actitud, las expresiones faciales, el lenguaje corporal y… las palabras no dichas.