Amigo imaginario: ¿signo de normalidad o patología?

Amigo imaginario: ¿signo de normalidad o patología?

Amigo imaginario: la primera aparición

Durante la infancia, un buen porcentaje de los niños construyen un amigo imaginario, una presencia muy frecuente en la vida de un niño, que empieza a hacer su primera aparición alrededor de los 2-3 años, durante el último año del jardín de infantes, y muchas veces permanece en su nido. mundo imaginativo hasta los 7-10 años.

Esta modalidad ideacional, capaz de crear una presencia benévola, afectuosa, cálida, acogedora, puede ser considerada como un equivalente del reflejo de los adultos . El «amigo fantasma» permite a los niños repensar sus experiencias, elaborarlas, revisitarlas, transformarlas. Es un amigo con el que juegan, se confiesan, discuten: imaginario, secreto, personal, humano y fantástico.

¿Quién es el compañero imaginario?

El amigo imaginario es una manifestación de la creatividad, que debe ser mirado con mucha atención y respeto.

Es el peluche o el osito de peluche que lleva a la cama por la noche, la sombra que el niño ve proyectada de su cuerpo, que camina y corre con él, más a menudo un compañero, un compañero en las tardes de juegos, charlas y discusiones Como explica Tilde Giani Gallino, es un «otro que uno mismo» que el niño construye día a día, dotándolo continuamente de nuevas experiencias y habilidades, que desde el principio  tiene una personalidad propia e independiente . Las investigaciones confirman que se trata de niños seguros de sí mismos, para nada solitarios, que demuestran ser líderes en su clase cuando son evaluados. Son niños que han perfeccionado  habilidades de relación y negociación superiores a la media ., también gracias a ese compañero imaginativo con el que juegan, pero sobre todo capaz de escuchar, de actuar y razonar, hablar y discutir lo que más les gusta. En definitiva, una experiencia significativa para el crecimiento, el desarrollo cognitivo y la capacidad de socialización. Crecer como dos en un mundo de adultos es muy positivo. “ Con el amigo imaginario , explica Tilde Gallino,practicas la resolución de problemas, te entrenas para negociar, confrontar y discutir con los demás. Pero hay más Más que ningún otro, el amigo imaginario tiene un don especial: nunca traiciona. Puedes contarle todo: no delatará, no soltará cosas importantes y secretas como suelen hacer los hermanos. No se hará amigo de los demás. Por eso los niños le tienen bastante envidia, lo viven en secreto, pocos se lo cuentan, además lo mantienen escondido, no revelando su identidad a nadie” .

Características del amigo imaginario

Uno de los aspectos significativos del compañero imaginario es que el niño que lo crea lo trata como si fuera una persona real, con su propia dignidad y características personales que a veces lo diferencian significativamente de quien lo creó. El niño le otorga una autonomía de pensamiento y una vida personal a la que se dedica cuando no está ocupado con su pareja real. Esta capacidad de dar una personalidad e imagen bien definida a un ser puramente inventado implica que el niño hace tiempo que ha adquirido una adecuada representación cognitiva de sí mismo y ha alcanzado una organización mental avanzada, así como una capacidad de autoconciencia, entendida como conciencia o experiencia de interioridad.

Estos niños parecen tener la capacidad de verse a sí mismos desde el exterior , a través de los ojos y la experiencia de su compañero imaginario. De este modo muestran en ocasiones que poseen una conciencia autorrepresentativa , mucho más sofisticada que la de muchos adultos.

Es interesante el fuerte vínculo que crea espontáneamente el niño con su Amigo Imaginario, y la influencia que éste ejerce sobre su creador, que es tal que empuja al niño a atribuirle emociones a su amigo invisible, y a creer que algunos de sus estados de ánimo están determinadas por el personaje fantaseado, sin por ello perder nunca el contacto con la realidad. De hecho , el niño es consciente de que está representando una realidad ficticia y sólo imaginada, y lo sabe tan bien que tiene cuidado de no contárselo a los demás, dándose cuenta de que la suya es una experiencia personal, importante para él, pero que podría ser malinterpretado por cualquiera que no sea capaz de comprender su profundidad.

¿Todos los niños tienen un amigo imaginario?

La creación del Compañero Imaginario, a pesar de ser un fenómeno generalizado durante la infancia, no es una prerrogativa absoluta de todos los niños, de hecho no todos tienen la misma capacidad imaginativa, no todos necesariamente la crean. Sin embargo, esto no quiere decir que quienes nunca la han tenido tengan menos capacidad de aprendizaje o problemas particulares en su relación con los demás.

En cuanto a las inquietudes que pueden mostrar los padres, ante todo es importante tranquilizarse y pensar que es típico de muchos niños imaginarse teniendo un amigo igual o muy diferente a él. Preguntar quién es el amigo imaginario ayuda al padre a comprender qué tipo de miedo o deseo tiene su hijo. Juega el juego de tu hijo, manteniendo la realidad separada de la fantasía, ayuda al niño a confiar en el padre ya compartir con él un viaje mágico hacia la fantasía. La observación de los niños será un punto de partida para numerosas reflexiones sobre las formas del niño de relacionarse con los demás, sobre sus necesidades y deseos. Cuando el niño juega o habla con su amigo imaginario, a menudo le confía sus miedos, expectativas y secretos: por lo tanto, es necesario observarlo discretamente para que no se inhiba y se sienta espiado.

¿Cuál es su destino?

El amigo imaginario algún día desaparecerá volviendo al mismo lugar de donde llegó, ya que será reemplazado por nuevos juegos , nuevas relaciones con los compañeros de clase, la llegada de un hermano.

Cuando el niño se sienta listo, también dejará en paz a su amigo mágico. Esto ocurre normalmente alrededor de los 7/8 años gracias también a la inclusión del niño en la escuela primaria y la ampliación de su vida relacional. Si el hábito de interactuar con el amigo imaginario persiste más allá de los 10 años, puede ser útil contactar a un especialista para investigar más.

De las observaciones realizadas se puede afirmar la connotación positiva del Compañero Imaginario, ciertamente hace un aporte válido y positivo en el curso de la socialización, se entiende como un doble tranquilizador, colaborador en el proceso de crecimiento del niño .

Parafraseando a Freud, podríamos decir que el compañero imaginario ofrece un «camino directo» al camino de la socialización infantil.

¿Cuál es la función del amigo imaginario?

Ya en 1945 Piaget, atribuye al compañero imaginario, un papel de notable importancia en el período de evolución socio-cognitiva , durante las observaciones realizadas sobre el desarrollo del juego simbólico de su hija mayor, había captado el surgimiento de algunos personajes imaginarios. atribuyéndoles funciones evolutivas diferentes según la naturaleza (humana o no) del compañero imaginario:

  • La  función consoladora, de oyente benévolo, en la que el niño confía sus intereses al Compañero Imaginario, y éste juega el papel de oyente-consolador.
  • La  función compensatoria , en este caso es la posibilidad que tienen los niños de vivir momentos mágicos con su Compañero Imaginario, en el sentido de poder realizar acciones que le son imposibles o prohibidas.
  • La  función moralizadora concierne a la autoridad moral que representa al Compañero Imaginario, de hecho éste además de estar disponible para con el niño, pero al mismo tiempo es crítico con sus acciones, animándolo a superarse.
  • La  función de estímulo y tranquilidad se refiere a los aspectos positivos determinados por la presencia del Compañero Imaginario, en cuanto al desarrollo de habilidades de socialización en el niño.

Piaget afirma que el compañero imaginario es una especie de “campo de pruebas” donde el niño puede ejercitar y afinar sus habilidades relacionales sin poner en riesgo su autoestima y autoimagen.

La construcción autónoma del imaginario acompañante tiene un papel no menos importante en la construcción avanzada de un yo tanto público como privado, y en la relación interactiva con los demás por cuenta propia.

Se ha hipotetizado que esta creación autónoma está íntimamente relacionada con un proceso de socialización infantil positivo , además, se cree que el imaginario acompañante puede contribuir a favorecer la construcción del yo metacognitivo, con una distinción específica entre un yo/pensador y cualquier otro, igualmente pensando, pero de manera diferente.

Un elfo, un gnomo, a veces animales disecados, cualquiera que sea la forma que adopte, el Compañero Imaginario es un fenómeno complejo y multifacético, a menudo sujeto a prejuicios y fuente de preocupación para los padres , que miran con temor a este personaje fantástico fruto de la imaginación del niño. Estudios autorizados aseguran que se trata de un invento completamente normal , que surgiría del descubrimiento de la propia sombra o de la relación que se establece con el peluche favorito, además es también con la ayuda de estos personajes inventados que los niños intentan adaptar a la entorno complejo e incomprensible para los adultos.

El compañero imaginario es el signo de una extraordinaria capacidad creativa de los niños y al mismo tiempo de una gran inteligencia. Uno de los estereotipos más comunes es que los niños que inventan amigos imaginarios lo hacen porque se sienten solos, porque no tienen hermanos ni amigos con quienes jugar, o quizás porque sus padres tienen problemas entre ellos. Solos, tímidos o demasiado introvertidos para entablar amistad con los demás, se retratarían en una dimensión imaginaria viviendo una vida paralela y casi virtual, pero reconfortante y tranquilizadora.

Una ayuda en la construcción del yo.

En algunos casos el amigo imaginario puede representar a otro compañero o individuo de referencia, que puede adquirir la función de consejero escuchado sobre las actitudes a adoptar o evitar , para mejorar o acreditar la autoimagen.

Los niños que crean tal amigo inventado y que hacen diariamente con él razonamientos bastante complejos, en una fase fundamental para la formación del yo cognitivo (desde los 3/4 a los 8/9 años aproximadamente), establecen ciertas condiciones que favorecen la formación de la personalidad, y puede proporcionar impulsos creativos a las relaciones con los demás. El acompañante imaginario en este caso sería considerado una figura de apoyo ideal , fundamental en la relación entre  Yo y Mí y entre el Yo y el mundo exterior., para facilitar el proceso de llegar a un Yo complejo y consciente. Además, en la situación particular en la que el niño establece una relación empática con el compañero imaginario, llega incluso a representarse a sí mismo, aunque inconscientemente, con la fuerza de un Nosotros, que infunde fuerza y ​​seguridad. Así, el compañero imaginario parecería jugar un papel importante en la percepción y consolidación del yo y de la propia imagen.

¿Qué hacer si tu hijo tiene un amigo imaginario?

No es raro que un niño juegue y hable con un Amigo Imaginario , que no existe en la realidad, sino que es fruto de su fantasía e imaginación. Esta fantasía está muy extendida en muchos niños, suele comenzar a partir de los 3 años y deja de existir en torno a los 6-8 años .

El amigo imaginario es un Otro que el niño construye día a día, y que desde el comienzo de su aparición está dotado de una personalidad independiente. El niño que inventa un «doble de sí mismo» con el que interactúa es consciente de que se trata de un personaje ficticio. La idea de tener un secreto y que solo dos lo sepan fortalece la imagen que el niño tiene de sí mismo y esto puede ofrecerle mayor seguridad de cara al mundo exterior. El origen de un Amigo Imaginario suele derivar de la relación con la propia sombra y/o de la relación con el peluche favorito. Estos son los primeros compañeros con los que el niño comienza a establecer una relación significativa.

Jean Piaget (1945), reconoce en el Compañero Imaginario un papel de notable importancia en el período de evolución sociocognitiva, atribuyéndole una serie de funciones:

  • función consoladora : ocurre cuando el niño confía sus intereses al Compañero Imaginario que desempeña el papel de oyente-consolador;
  • función compensatoria : es la posibilidad que tiene el niño de vivir momentos mágicos con su Compañero Imaginario;
  • función moralizadora : en este caso el Acompañante Imaginario representa la autoridad moral, por lo que además de estar disponible para con el niño, al mismo tiempo es crítico de sus acciones, animándolo a mejorar;
  • función de estímulo y tranquilizadora : se trata de los aspectos positivos que son estimulados por la presencia del Compañero Imaginario, en cuanto al desarrollo de las habilidades de socialización del niño.

Otra función importante que cumple la figura del Amigo Imaginario es la de espejear : el niño se refleja en el Otro Imaginario, vertiendo todas las imágenes de sí mismo que ha ido acumulando en sus relaciones con los demás, especialmente con los adultos. El niño ajustará su autoimagen en función de lo que a su vez le transmita el amigo imaginario. Además, el Amigo Imaginario permite el diálogo, reflexionar y discutir; el niño también puede practicar la resolución de problemas, pues se construye tiempo para la elaboración de nuevas soluciones para enfrentar las dificultades cotidianas. En este proceso, el Otro actúa como mediador y negociador; se convierte en un agente socializador que facilita al niño entrar en el contexto relacional de pertenencia, dándole la oportunidad de repetir varias veces las mismas pruebas para enfrentarse a sus propios pensamientos y miedos, sin que le reprochen los errores cometidos.

La creación del Amigo Imaginario es una etapa importante en el crecimiento, muestra de una excelente capacidad de reacción y adaptación por parte del niño, por ejemplo ante el nacimiento de un hermanito, una mudanza, un cambio de colegio. ; o simplemente puede ser una forma constructiva de lidiar con los momentos aburridos y agotadores del día.

Reglas de oro para los padres

Los padres a menudo se alarman un poco por el desarrollo de esta fantasía porque piensan que dificulta el proceso de socialización con otros niños. En cambio, es una etapa esencial en su desarrollo, que como tal debe ser respetada, sin burlarse de él y sin pretender entrar a la fuerza en su mundo.

Los padres deben recordar que:

  1. es importante evitar ridiculizar esta fantasía con frases como: «Es una estupidez», o: «No se puede hablar con alguien que no existe». El niño se sentiría herido y humillado, con el resultado de que le resultará cada vez más difícil confiarte algo de su mundo interior;
  2. si el niño te invita a participar en sus cuentos fantásticos, por ejemplo pidiéndote que le pongas la mesa a su Amigo Imaginario, no tiene nada de malo participar en su juego . De esta forma podrás entender muchas cosas sobre tu hijo;
  3. si el niño confía en su Amigo Imaginario, no lo obligues a contarte también sus secretos.

¿Y su hijo tenía un amigo imaginario?

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