
Cómo ayudar a los niños a desarrollar la inteligencia emocional
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A menudo oímos hablar de la Inteligencia Emocional . ¿Pero de qué se trata?
La inteligencia emocional es la capacidad de reconocer y gestionar las propias emociones y las de los demás .
Muchos estudios demuestran que los niños que han desarrollado esta forma de inteligencia son más equilibrados y tranquilos , con mayor autoestima y confianza en sí mismos .
Pero, ¿cómo se desarrolla la inteligencia emocional?
Los padres y educadores tienen un papel fundamental en el proceso de adquisición del lenguaje emocional del pequeño y su gestión. Es un trabajo diario en el que se enseña al niño a comprender la emoción que está sintiendo y juntos se encuentra la forma más funcional de afrontarla. También aprendes a reconocer las emociones en los demás , desarrollando la capacidad de ponerte en su lugar . Esto es para evitar el riesgo de volverse alexitímico.
Consejos prácticos para educar a los niños en inteligencia emocional
- Nombra las emociones . Es importante ayudar a los niños a nombrar las emociones que sienten, etiquetándolas y distinguiéndolas. Muchas veces los niños, pero también los adultos, tienen dificultad para distinguir algunas emociones, como, por ejemplo, la ira y la tristeza. Aprender a reconocer las emociones y nombrarlas es el primer paso en el trabajo de alfabetización emocional y en la superación de la incompetencia emocional.
- Escucha tu cuerpo . Ayudar a los niños a escuchar su cuerpo y las señales que nos envía es una enseñanza muy importante para transmitir a sus hijos. Ayudarlos a comprender lo que sucede cuando estás enojado, triste o asustado es el primer paso para aprender a manejar las emociones.
- Manejo de emociones . Aprender a encontrar las estrategias más funcionales para gestionar las propias emociones es un proceso largo que requiere un reajuste continuo. Apoyar a los niños para que encuentren su propia forma de responder a un sentimiento fuerte que están experimentando es esencial para un desarrollo saludable y armonioso. Los adultos deben guiar a los pequeños en este proceso, no imponiendo sus propios métodos, sino discutiendo las mejores estrategias para expresarse .
- La importancia de las emociones «negativas» . Todas las emociones son importantes y deben ser experimentadas. Es fundamental no reprimir en los niños aquellas emociones que convencionalmente tendemos a definir como «feas» (como la tristeza o la ira), porque son fundamentales para el funcionamiento psíquico y para el equilibrio de todo ser humano.
- Escuche y observe a los demás . Íntimamente relacionado con aprender a reconocer las propias emociones, está el desarrollo de esa competencia que se define como Empatía , es decir, la capacidad de reconocer las emociones de los demás y realizar esa cercanía emocional que es fundamental para entrar en contacto con los demás.