
Cómo ayudar a un niño a salir del aislamiento
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Hay niños a los que les encanta jugar con sus compañeros, que nunca pierden la oportunidad de formar un grupo y no tienen problemas para socializar .
Sin embargo, también hay niños a los que les cuesta ponerse en contacto con sus compañeros de clase , prefieren los juegos solitarios y les encanta estar solos.
Los padres suelen estar muy preocupados, y se preguntan si es adecuado «obligar» a los niños a ayudarlos a hacer nuevos amigos o si hay malestar detrás de esta tendencia. Culturalmente, nuestra sociedad prefiere a las personas extrovertidas, y ante los niños a los que les gusta estar solos, la tendencia es alarmarse y ayudarlos a salir de esa condición .
En realidad, para los niños, incluso los más pequeños, (así como para los adultos) es muy importante tener espacios para ellos mismos , donde puedan experimentar la soledad . De hecho, se configura como un elemento imprescindible para aprender a sentirse bien con uno mismo y, en consecuencia, con los demás.
Como siempre, por tanto, conviene entender si se trata de una característica del niño , quizás ligada a su temperamento y preferencias, o si realmente puede ser la manifestación de un malestar . Se debe tener cuidado si el aislamiento parece prevalecer, persistiendo en el tiempo y en diferentes contextos de la vida del niño. En este último caso, puede adoptar dos formas distintas, una de tipo pasivo, el retraimiento social , ligado a formas de ansiedad e inseguridad, y otra de tipo activo, el rechazo social , ligado a la agresión.
La tendencia al retraimiento social se considera una señal de alarma especialmente para los niños, mientras que para las mujeres se acepta convencionalmente. El rechazo social, por el contrario, es desadaptativo para ambos, pero ciertamente desde el punto de vista de la cultura occidental, es la niña la que causa mayor preocupación.
En ocasiones, la tendencia a aislarse no se desarrolla tanto por el placer de estar solo, sino por una dificultad para estar con los demás , para relacionarse con ellos y crear interacciones agradables.
- Confianza en uno mismo . Los niños con buena autoestima y sólida confianza en sus habilidades (también relacionales) tienen menos miedo de hacer nuevos amigos. A veces los niños temen conocer gente nueva porque creen que no están a la altura de sus expectativas, temen causar una mala impresión y no ser lo suficientemente amables. Ayudar a los más pequeños a desarrollar una buena visión de sí mismos y de sus capacidades se convierte, por tanto, en algo fundamental.
- Empatía _ Es importante que el niño sepa comprender y gestionar las emociones propias y ajenas . Una correcta educación emocional ayuda a desarrollar buenas habilidades de empatía, fundamentales para crear relaciones sanas y constructivas.
- Compartir y Colaborar . A veces, los niños se aíslan porque les cuesta mucho tolerar la frustración de compartir y colaborar . Por otro lado, enseñarles la importancia y la belleza de estas dos habilidades es muy importante. Puede ser útil ayudarles a experimentar de forma concreta lo que significa colaborar por un objetivo común, a través de juegos o actividades en común. Compartir es también un aspecto que necesita ser experimentado de primera mano para comprender su importancia: luz verde, por lo tanto, para actividades que destaquen la funcionalidad de compartir y el enriquecimiento que se deriva de ello.