
¿Cómo dar el cariño necesario a los niños?
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Ser padres y dar cariño a los hijos: reflexiones introductorias sobre lo que implica
Cuántas veces hemos escuchado frases como “ser padre es el trabajo más duro del mundo” o “nunca se deja de aprender a ser padres”.
La crianza de los hijos es un arte que se aprende a lo largo de la vida ya que cambia según las distintas etapas de desarrollo del hijo .
En nuestro sentido común, de hecho, hay muchas frases que nos muestran cuán difícil es la «profesión» de los padres, sobre todo por la gran responsabilidad inherente a este papel. Ser padre no solo significa cuidar de tu hijo, sino también tener una función educativa y formativa.
Desde los primeros días de vida de su hijo, el progenitor está llamado a cumplir una función de cuidado y protección; es el progenitor quien garantiza la supervivencia de su hijo cumpliendo una serie de roles y funciones biológicas importantes como la nutrición o la higiene personal.
El progenitor debe ser capaz de compaginar la función de cuidado y protección con la educativa , contribuyendo a una transmisión real de valores y normas.
Esta función, especialmente durante la adolescencia , se vuelve crucial porque el padre debe ser capaz de «preparar» a su hijo para el mundo que lo rodea y sobre todo para la independencia.
En efecto, es el padre quien moldea a su propio hijo, transmitiéndole roles, valores, normas y es en parte responsable de hacer de él una persona con su propia individualidad y autonomía.
Un reto que muchos padres se marcan como primordial en el ejercicio de su papel.
La importancia de dar cariño
Sin embargo, falta una pieza, a saber, la parte emocional . Llegados a este punto, la pregunta que cabe hacerse es: ¿cómo dar cariño a tus hijos sin malcriarlos o sin hacerlos completamente dependientes de tu figura paterna?
Es un verdadero dilema y en este artículo intentaré darte algunas sugerencias para guiarte mejor en esta dirección.
Una función que, sin embargo, acompaña al rol de los padres a lo largo del tiempo es la de la afectividad . De hecho, un padre también es quien logra dar y transmitir afecto y amor a su hijo a través de gestos y palabras.
A menudo se subestima un poco la función de la afectividad sobre todo por la cultura que, en años anteriores, dominaba la figura del progenitor. ¿Cuántas veces hemos escuchado historias en las que los niños se quejan de la falta de cercanía afectiva y cariño de sus padres?
Esta es una historia a menudo común y frecuente.
Sin embargo, es importante poder combinar la afectividad con todas las demás funciones parentales: sigue leyendo para saber cómo.
¿Cómo dar cariño a los niños?
Conocete a ti mismo
Lo primero que debe hacer un padre es considerar quién es como persona : es necesario aceptar su personalidad, sus emociones y su afectividad, integrándolas primero con la propia persona y después con el rol.
Esto representa un primer paso preparatorio para poder transferir la afectividad de manera óptima.
En cuanto a la afectividad, todos sabemos que hay personas más cariñosas y extrovertidas y personas que lo son mucho menos. En estos casos es importante poder tomar conciencia de ello para poder calibrar este lado de la personalidad para entender cómo trasladar el afecto de la mejor manera a los hijos.
No demasiado, pero tampoco demasiado poco
Un problema que suelen experimentar muchos padres es el de no poder encontrar un equilibrio a la hora de dar cariño a sus hijos: hay padres que dan demasiado , muchas veces incluso de forma opresiva, y otros que son muy distantes y poco emocionales .
Siempre digo que es importante » exhortar » en lugar de » promover «. Si el primer acercamiento, en efecto, transmite ternura, brinda apoyo y cariño, el segundo, por el contrario, transmite agresión, descalificación y produce desapego.
En este sentido, es útil esforzarse por ser solidario y cercano emocionalmente para mostrar incluso los lados más sensibles de uno mismo.
Así que prepárate para acercarte a ellos con un enfoque más funcional y recuerda siempre que la responsabilidad de su destino está y estará siempre en sus manos.