
¿Cuáles son los beneficios psicológicos de pasar tiempo en la naturaleza?
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¿Alguna vez dio un paseo por la naturaleza y notó que se sentía un poco más brillante? Un nuevo cuerpo de investigación ha confirmado lo que muchos de nosotros ya sospechábamos: que pasar tiempo en la naturaleza (siempre que nos sintamos seguros en nuestro entorno) puede servir como un antídoto natural contra el estrés.
¿Cómo afecta el cerebro la naturaleza ?
Las investigaciones han demostrado que solo una breve exposición diaria a la naturaleza puede proporcionar un impulso natural a nuestro bienestar mental durante un máximo de 7 horas.
Pero, ¿cuál es la ciencia detrás de esto?
La investigación realizada en 2015 podría contener algunas pistas. Un estudio en particular comparó la actividad cerebral de las personas que caminaron durante 90 minutos en la naturaleza con las que caminaron en una ciudad. Descubrieron que quienes caminaban en la naturaleza tenían una actividad significativamente menor en la corteza prefrontal, la parte de nuestro cerebro responsable de la «rumia».
¿Por qué es esto importante?
La rumia puede desempeñar un papel clave en el mantenimiento de diversas dificultades de salud mental. Cuando rumiamos, reproducimos los mismos pensamientos (a menudo negativos) una y otra vez en nuestra mente. Esto perjudica nuestra capacidad para pensar con claridad y conectarnos con nuestros sentimientos, manteniéndonos atrapados en ciclos de pensamientos inútiles.
La rumia es a menudo el núcleo de cómo surgen los problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión , y también cómo se prolongan y mantienen a más largo plazo.
Es más, cuando estamos disfrutando de la naturaleza, generalmente también estamos moviendo nuestros cuerpos.
Como ya sabemos, el ejercicio regular tiene una serie de beneficios para mejorar el estado de ánimo. Cuando hacemos ejercicio, nuestro cuerpo libera endorfinas y serotonina, hormonas que nos hacen sentir bien, que nos dan un impulso de energía natural y desencadenan sentimientos positivos en el cuerpo. Nuestro cuerpo también mejora en el manejo de los niveles de cortisol (una conocida hormona del estrés), lo que nos ayuda a relajarnos y liberarnos del estrés.
Incluso se ha demostrado que los sonidos de la naturaleza son terapéuticos.
En 2019, los científicos descubrieron que las personas que escuchaban los sonidos de la naturaleza (como el chapoteo de las olas, la lluvia y el chirrido de los grillos) se desempeñaban mejor en las pruebas cognitivas que las personas que escuchaban sonidos más urbanos como sirenas y tráfico. En Mallorca todos los psicólogos recomiendan paseos por la naturaleza para despejar la mente y aclarar los sentimientos.
¿Cuáles son los beneficios de estar en la naturaleza?
Se ha demostrado que una dosis diaria de la naturaleza reduce la presión arterial, estimula la función de nuestro sistema inmunológico, aumenta nuestra autoestima, reduce nuestra ansiedad y nos proporciona un impulso natural del estado de ánimo.
Pero aquí hay algunos beneficios más:
Aumenta nuestros niveles de vitamina D; como muchos amantes del sol ya saben, la «vitamina del sol» puede ayudar a regular nuestro estado de ánimo. Esto se debe a que desempeña un papel en la liberación de neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo, la dopamina y la serotonina. Por esta razón, la exposición a la luz del día es importante durante todo el año. La luz se ha relacionado con el alivio de síntomas fisiológicos como problemas de sueño, dolores de cabeza, tensión, etc. Mientras que la falta de luz se ha relacionado con el bajo estado de ánimo.
Puede ayudarnos a ser más conscientes : las actividades al aire libre como la jardinería a menudo implican un trabajo manual relajante y repetitivo que ayuda a mantener la mente enfocada en el momento presente. Incluso dar un paseo por el parque local, mientras presta atención a todas las vistas, los olores y las texturas que lo rodean, puede ayudarlo a traer más atención plena a su vida.
Promueve un mejor sueño : hay una razón por la que a las personas les gusta escuchar el sonido de la lluvia suave, los sonidos del bosque o el canto de los pájaros mientras se alejan. En un estudio, los investigadores descubrieron que el sistema nervioso de las personas que escuchaban grabaciones de la naturaleza se movía hacia un modo más relajado, de “descanso y digestión” que aquellos que no lo hacían. Además, pasar tiempo al aire libre significa más exposición a la luz natural, lo que puede ayudar a restablecer nuestro ritmo circadiano y regular nuestro ciclo de sueño-vigilia.
Nuestra conexión con la naturaleza es tan antigua como nuestra existencia. Más que algo agradable de tener, es una necesidad humana básica. A pesar de esto, a lo largo de los siglos, nos hemos desconectado cada vez más de ella. Si bien la naturaleza no puede resolver todas nuestras dificultades mentales y emocionales. Profundizar nuestra conexión con ella puede desempeñar un papel muy importante para mejorar nuestra salud y bienestar en general.