¿Llorar es bueno para nosotros?

En primer lugar, llorar es parte de lo que nos hace humanos. Si bien todos los mamíferos tienen conductos lagrimales que producen humedad para lubricar el ojo y mantenerlo limpio, solo los humanos producen lágrimas que salen de sus ojos y ruedan por sus rostros cuando se sienten tristes. Las lágrimas son parte de quienes somos.

¿Pero derramar lágrimas tiene una función útil o es solo un callejón sin salida evolutivo que es intrigante pero que realmente no importa? ¿Llorar es bueno para nosotros?

De hecho, llorar debido al estrés y el malestar es una respuesta normal y saludable que cumple varios roles muy útiles.

Si bien todos los mamíferos experimentan emociones como la ira, la satisfacción y el miedo, ningún otro mamífero tiene un paladar de emociones tan complejo y matizado como nosotros. Tiene sentido que nuestras respuestas fisiológicas y psicológicas al estrés también sean complejas y matizadas, y el llanto es un aspecto importante de eso.

Podemos ver el llanto como una especie de válvula de presión. El estrés emocional prolongado puede tener un impacto grave en nuestra salud, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, dolores de cabeza, úlceras y muchas otras afecciones. Cuando lloramos, reducimos el nivel de tensión asociado con el estrés. La mayoría de las personas descubren que están menos tensas y enojadas después de llorar en respuesta al estrés. A largo plazo, si sufrimos estrés crónico, debemos eliminar o mejorar la fuente de estrés. Sin embargo, a corto plazo, llorar en respuesta al estrés ayuda a reducir su impacto negativo en nosotros. Si bien el estrés puede hacer que la presión arterial y el pulso se disparen, llorar y “soltarlo todo” ayuda a bajarlos, lo que reduce el riesgo de afecciones relacionadas con la presión arterial alta, como los accidentes cerebrovasculares. Incluso nos ayuda a eliminar los niveles excesivos de cortisol de nuestro organismo. El cortisol es una hormona que segregamos cuando estamos estresados. Es importante tener cortisol en momentos de emergencia.

El llanto también es una importante herramienta de comunicación. Por supuesto, los seres humanos hemos desarrollado habilidades lingüísticas complejas, pero un gran porcentaje de nuestra comunicación sigue siendo no verbal. Nos comunicamos con gestos, lenguaje corporal, sonidos y comportamientos como el llanto. Cuando lloramos, estamos comunicando nuestros sentimientos de tristeza y angustia a las personas que nos rodean, como lo hacen con nosotros. De esta manera, podemos comunicar la fuerza de nuestros sentimientos sobre las relaciones (por ejemplo, mostrando lo tristes que estamos cuando un ser querido fallece) e invitar a otros a expresar su simpatía. Al mostrar nuestras emociones a los demás y reaccionar positivamente a las emociones expresadas por los demás, podemos acercarnos unos a otros.

A veces, es bueno llorar.

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