¿Qué hacer, mi pareja trabaja demasiado?

¿Qué hacer, mi pareja trabaja demasiado?

Una imagen de la pareja que muchos reconocemos o en la que nos encontramos: largas jornadas de trabajo, preocupaciones por el mantenimiento de los hijos y de la casa, las facturas, el cansancio y cuando piensas que un día realmente solo tiene 24 horas, ¿dónde estás? también exprimir tiempo de calidad como pareja?

Al final nos despertamos pensando «¡no me queda ni una pizca de energía!» o «¿dónde se ha ido la persona espontánea que conocí?» y la mayoría de las veces en el otro lado las cosas se interpretan de la forma : «No valoran el trabajo y el esfuerzo… Echo de menos las críticas y las expectativas» Así es como llegamos a uno de los ejemplos clásicos de conflicto que los terapeutas llamamos problemas eternos, esos desacuerdos que probablemente nunca desaparecerán. 

De hecho, los estudios clínicos de  los Gottman  nos dicen que el 69% de los conflictos matrimoniales pueden caracterizarse como «inmortales» y que cualquier relación a largo plazo tiene su parte de tales problemas. Quédense tranquilos, no pretendo desmoralizarlos con el uso excesivo de la palabra «eterno», pero creo que es importante darse cuenta que en este capítulo todos estamos en la misma olla, que toda relación tiene temas de desacuerdo que transitan a través del tiempo. Lo que podemos hacer es trabajar en cómo aceptamos nuestras diferencias. El estado general de bienestar y satisfacción lo experimentan aquellas parejas que aprenden a vivir con sus diferencias, sin dejar de dialogar sobre ellas. Su transformación en conflictos irremediables realmente pone en riesgo la relación.

No hay nada de malo en seguir tu carrera ideal y querer invertir tiempo en ella. Pero si llegas a la conclusión de que esta inversión está alejando emocionalmente a tu pareja, significa que la actitud hacia la profesión está poniendo en peligro la relación. 

Propongo que hagamos algunos psico descubrimientos útiles para que las parejas cambien esta dinámica y trabajen conscientemente en la aceptación de las diferencias.

Consejo práctico #1

¡Busca las ganas no solo la diferencia!  Debido a que cada uno de ustedes tiene una perspectiva diferente y válida sobre este tema, es útil comenzar invitándose a conocer el universo de cada uno: ¿qué perspectivas los llevan a ver este tema de manera diferente a la suya? Y para eso, los Gottman recomiendan las siguientes preguntas:

Pregúntale a tu compañero con exceso de trabajo con curiosidad y delicadeza:

  • ¿Qué significa para ti todo este trabajo?
  • ¿Qué beneficios y satisfacciones te aporta tu trabajo?
  • ¿Qué necesidad en tu vida satisfacen las horas extras?
  • ¿Cómo sentirías respeto y apoyo por tu trabajo?/ ¿Cómo te gustaría que me comportara para que sientas esto?

Y para el compañero que se queja del trabajo del otro, las preguntas son algo así:

  • ¿Qué significa mi ausencia para ti?
  • ¿Qué aspectos positivos de mí extrañas cuando estoy en el trabajo?
  • ¿Qué quieres cuando se trata de conexión (emocional, física, intelectual) conmigo?
  • ¿Qué significa para ti pasar más tiempo juntos? Por qué esto es importante para ti?

Las preguntas muestran a ambos socios que hay un impulso apreciable en cada uno de ellos. Abramos bien los ojos y los oídos a lo que el otro tiene que decir para descubrir mejor lo que nuestra pareja realmente necesita.

Consejo práctico #2

¡Exprésate evitando las críticas!  La mayoría de las veces, las diferencias se convierten en conflictos, que luego se convierten en obstáculos; porque entramos en el famoso e inconsciente bucle: crítico – defensivo – contraataque. Es un patrón que hace que las discusiones se intensifiquen. Entonces, para evitar que un tema en particular se convierta en un punto muerto, considere las siguientes medidas:

  • Acepta que no hay una solución correcta o incorrecta.
  • Mire el problema como si fuera algo fuera de su relación en el que trabajan juntos. La pareja no es el problema.
  • Fijar el objetivo del diálogo y no de encontrar una solución inmediata y perfecta.
  • Practique el humor en situaciones tan difíciles, tratando de aligerar el estado de ánimo.

Consejo práctico #3

¡El cambio de relación comienza contigo!  Si no empiezas a ver cómo estás contribuyendo a este problema recurrente en la relación, nada cambiará. Sé que queremos que las cosas salgan bien, pero los principios de la vida matrimonial no se basan en eso. El cambio comienza con la persona que siente más incomodidad, la que siente que ha perdido más y ha hecho más compromisos en la relación. Digo esto porque la parte beneficiosa de la insatisfacción es la motivación para cambiar, utiliza esta iniciativa porque nadie lo hará por ti.

Para finalizar esta sugerencia, quiero dejarte con las palabras de  Harriet Lerner : “Si quieres una receta para el fracaso de una relación, espera a que la otra persona cambie primero”.

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