7 formas efectivas de gestionar el trabajo desde casa

7 formas efectivas de gestionar el trabajo desde casa

El período de pandemia y la llamada «nueva normalidad» han atraído la popularización y, en cierto tipo de trabajos, industrias y sectores, la normalización del teletrabajo – trabajo desde casa. El acceso a una computadora portátil e Internet ha trasladado ciertos tipos de trabajo de los espacios de oficina a oficinas en el hogar, a veces improvisadas. Como esta nueva realidad parece haber llegado para quedarse, la forma en que gestionamos el trabajo desde casa necesita una atención más consciente por nuestra parte. Desde cómo nos movemos a lo largo de nuestro horario de trabajo, hasta la cantidad de descansos que tomamos y todo lo que rodea nuestro espacio de trabajo, todo parece tener sentido en esta realidad pospandemia. 

Las sugerencias a continuación están cuidadosamente documentadas y probadas en mi propio cuerpo y horario de trabajo remoto desde el espacio de mi hogar. Pueden resultar útiles cuando parece que no estamos de humor, nos duele la espalda y las pausas para comer se convierten en momentos para comer frente a una videoconferencia. Mantener la motivación y la energía puede resultar ser un verdadero desafío, pero hay algunas formas de manejarlos de manera efectiva y consciente (en inglés,  mindful ), para que al final del día nos sintamos menos tensos, cargados y mucho más satisfechos y tranquilos. 

Qué tener en cuenta cuando descubre que ya no es productivo o que trabajar desde casa se está volviendo demasiado difícil:

1. Autocompasión 

La primera sugerencia pone en primer plano la propia persona. Cuando nos sentimos agobiados y agobiados por el horario de trabajo, la rigidez de la postura de la oficina o cualquier otra cosa en el área del teletrabajo, es importante tomarnos un tiempo para nosotros mismos. Una breve pausa para recordar que la empatía y la compasión ayudan mucho más que la presión y la rigidez. Una mano en el pecho y otra en el abdomen son bienvenidas cuando se pronuncian palabras de dulzura amorosa hacia uno mismo. Algunas sugerencias de ejercicios interesantes de la psicología somática también se pueden encontrar en el libro del Dr. Peter Levine,  In an Unspoken Voice .

2. Horarios fijos para acostarse y despertarse

En la medida de lo posible, ayuda mantener horarios fijos para acostarse y despertarse para que nuestros cuerpos sepan qué esperar. Además, las rutinas saludables y conscientes (por la mañana y antes de acostarse) evitan la sobrecarga y ayudan a mantener una productividad estable y un buen tono durante el día. Aquí recomiendo  Time to Grow , un libro que nos introduce a la ciencia de los micropasos y la prevención del  agotamiento .  

3. Hora de mudarse 

Antes del trabajo, durante la pausa del almuerzo o después de terminar el programa, es maravilloso si conseguimos hacer tiempo para hacer algo de ejercicio. Cualquier tipo de movimiento nos agrada y siempre que podamos (de 5 a 50 minutos) también ayuda a la gestión eficiente del trabajo desde casa. Nuestro cuerpo y mente se sentirán vigorizados, y como el trabajo de oficina es por naturaleza estático, es recomendable darle a nuestro cuerpo distintas oportunidades de hacer algo más dinámico para que se sienta diferente. A mí lo que me funciona son las sesiones de yoga pre-trabajo, que elijo hacer en un área designada de la casa o, cuando el clima lo permite, en el parque. 

4. La vestimenta importa 

Por lindo y tentador que parezca estar solo en pijama, asociarlos con el sueño es bastante grande y no ayudará a nuestra productividad y niveles de energía. Si elegimos quedarnos solo con ropa cómoda, peinado, un poco de maquillaje o perfume, o cualquier otra cosa que asociemos con la confianza en nosotros mismos y nos haga sentir cuando salimos del área de casa, es bienvenido. Tal vez nos pongamos una camiseta que nos guste o elijamos quedarnos con nuestras mallas favoritas; es importante identificar qué nos hace sentir seguros y efectivos. Para mí, a veces, el maquillaje mínimo mientras escucha una canción alegre ayuda.  

5. Descansos, postura e hidratación

Sí, ambos realmente importan. No importa lo genial que parezca estar sentado con la computadora portátil en la cama, nuestra columna vertebral no estará muy feliz al final de varios días, semanas, meses de mala postura. La postura correcta en el escritorio/mesa y el movimiento frecuente de la columna durante las horas de trabajo nos mantendrán móviles y posturalmente saludables. Ayuda levantarse del escritorio con frecuencia (idealmente, cada 40-50 minutos) y hacer algunos movimientos ligeros, movilizar la columna y todo el cuerpo, de forma sencilla y natural. Los descansos frecuentes, que ayudan al cuerpo, son mucho mejores – la experiencia y la investigación  para este artículo me lo demuestran – si van acompañados de hidratación y mirando el suero de leche, idealmente a través de una ventana, para dar un descanso a los ojos también. 

6. El espacio de trabajo 

Nos ayuda a tener el mismo espacio de trabajo designado, todos los días. Si no tenemos un escritorio o un rincón especialmente designado para ello, podemos improvisar con algo que indique que ya estamos empezando a trabajar. Por ejemplo, si usamos la mesa de la cocina, podemos colocar un trozo de tela y traer una taza «especial» para decirle al cerebro que el trabajo está por comenzar. O podemos utilizar unos auriculares que cancelen los ruidos de fondo, para perfilar un espacio lo menos disruptivo posible. La luz natural o algo que la imite es muy útil. Como he señalado antes, al cerebro le gusta la previsibilidad, y cualquier cosa que podamos hacer para que sea más fácil nos ayudará a mantenernos más enfocados y eficientes. 

7. Tiempo de trabajo y tiempo de relax

Los límites borrosos entre el trabajo y la vida familiar/personal tienen el potencial de crear mucha confusión y disminuir nuestra capacidad de concentración y nuestro nivel de productividad y satisfacción con la vida. Cuando nos sentimos atrapados entre las demandas, las responsabilidades de todos los aspectos de nuestras vidas, puede ser difícil encontrar momentos de equilibrio. Por eso, para ayudarnos a nosotros mismos, ayuda estar concentrados cuando necesitamos estarlo y desconectados cuando necesitamos estarlo. El teletrabajo ha cambiado bastante la forma en que gestionamos estos aspectos, estando el trabajo a solo unos clics de distancia. Es precisamente este contexto el que reclama una mayor atención a nuestros límites personales, poniéndolos en primer plano. A continuación hay dos sugerencias que me han funcionado:

  1. mantener un horario de trabajo estable y, en la medida de lo posible, predecible que satisfaga las necesidades tanto profesionales como personales;
  2. programar actividades de relajación fuera del horario laboral que brinden espacio para conectarse y socializar. 

Cualquier cosa demasiado (quizás) estropea

La mayoría de las veces, trabajar desde casa es un privilegio para ciertos tipos de trabajo, pero por mucha flexibilidad y espacio mental que ofrezca, puede traer muchos desafíos. El teletrabajo también puede llegar a ser agobiante, tener la vida laboral y familiar en el mismo lugar: en casa. Por eso cobra relevancia la atención y el esfuerzo que demos en la dirección de gestionar esta realidad. 

Quiero que las sugerencias anteriores ayuden a tantas mentes y cuerpos como sea posible a trabajar de manera consciente, productiva y satisfactoria en el espacio del hogar.

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