
Buenos y malos hábitos de estudio
Índice
- 1 Buenos hábitos para cuando nos proponemos estudiar:
- 1.1 Pongamos a prueba nuestros conocimientos.
- 1.2 Vamos a romper el problema o el material de estudio en pedazos.
- 1.3 Deje pasar un tiempo entre los momentos de aprendizaje.
- 1.4 Alternemos entre diferentes técnicas de resolución de problemas, especialmente al aprender algo relacionado con las ciencias exactas.
- 1.5 Analicemos nuestros errores o comentarios negativos cuidadosamente.
- 1.6 Usemos lápiz y papel con la mayor frecuencia posible.
- 1.7 Usemos analogías y explicaciones simples.
- 1.8 Centremos nuestra atención.
- 2 Hábitos a evitar, cuando pretendemos aprender:
- 2.1 Leamos pasivamente.
- 2.2 Usemos rotuladores brillantes en exceso, que resalten el texto.
- 2.3 Echemos un vistazo a la solución del problema e imaginemos que ya lo conocemos bien.
- 2.4 Esperemos hasta el último momento para aprender.
- 2.5 Convirtamos nuestras sesiones de aprendizaje entre pares en sesiones de chat.
- 2.6 No aclaremos cosas que no entendemos.
- 2.7 No ha dormido lo suficiente.
- 3 Conclusión
Cuando aprendemos algo nuevo y comenzamos a procesar información y conceptos complejos, se forman nuevas conexiones neuronales en nuestro cerebro. Para que estos circuitos neuronales asociados se arreglen, respectivamente para que podamos comprender la solución de un problema o los aspectos de una teoría, es necesario darle al cerebro una cierta cantidad de tiempo para ajustar e integrar o retener el información. Tomemos un ejemplo de las matemáticas: cuando aprendemos nuevas formas de resolver un problema. Entonces, cuando nos enfrentamos a un nuevo problema, inicialmente tratamos de comprender sus datos y requisitos hipotéticos, y luego encontramos una manera de resolverlo. Finalmente, comprobamos si la solución que encontramos es la correcta. Posteriormente, para recordar este método de resolución del problema, es necesario practicarlo haciendo varios problemas similares. En otras palabras, lo que practicamos se vuelve permanente a nivel de conexión neuronal. Así aprende nuestro cerebro.
Asociados al proceso de aprendizaje, cada uno de nosotros tiene una serie de hábitos. Barbara Oakley -profesora de ingeniería de sistemas en la Universidad de Oakland e investigadora de prácticas de aprendizaje especializada en la compleja relación entre la neurociencia y el comportamiento social- analizó los hábitos más comunes que tienen las personas a la hora de aprender y los dividió en dos categorías, siendo algunos efectivos para el proceso de aprendizaje y otros siendo ineficaces.
Buenos hábitos para cuando nos proponemos estudiar:
Memoricemos lo importante. Después de leer una página, es útil cerrar el libro o pasar la página y tratar de recordar las ideas principales. Podemos usar marcadores de luz para marcar solo el texto que queremos recordar mejor. Es importante resaltar sólo las ideas más importantes. Para acceder a la información almacenada en la memoria, podemos intentar recordarla cuando vamos a la escuela oa la oficina o cuando estamos en una habitación diferente a la que aprendimos originalmente.
La capacidad de recordar, es decir, cómo logramos generar ideas dentro de nuestra mente, es uno de los indicadores clave de un buen aprendizaje.
Pongamos a prueba nuestros conocimientos.
Es una buena herramienta de evaluación. Entonces, siempre que podamos, ya sea que tengamos una discusión con colegas que han estudiado el mismo tema, o resolvamos varias pruebas, o usemos tarjetas de preguntas, se recomienda usar todas estas, porque son buenas oportunidades para la autoevaluación.
Vamos a romper el problema o el material de estudio en pedazos.
Cuando segmentamos un problema matemático o una teoría que estamos estudiando, nos ayuda a comprenderlo mejor. Encontramos la solución a un problema más fácilmente si lo hacemos paso a paso. Después de que aprendemos una forma de resolver un problema, es útil repetirla para fijar los pasos en nuestra memoria.
También es útil comenzar siempre con la parte más difícil y dejar las partes más fáciles o rutinarias para el final.

Deje pasar un tiempo entre los momentos de aprendizaje.
Nos ayuda a estructurar la información para que durante varios días podamos repetir lo aprendido anteriormente. No olvidemos una cosa: nuestro cerebro funciona como un músculo, por lo que solo puede soportar una cierta cantidad de ejercicios y repeticiones sobre un tema determinado a la vez.
Entonces, no olvidemos tomar descansos. Es natural que nos resulte difícil resolver problemas o comprender ciertos conceptos cuando los encontramos por primera vez. Por otro lado, cuando nos sentimos frustrados con una teoría o problema de matemáticas, un descanso puede ser bienvenido para que otra cosa ocupe nuestra mente, dejando el problema en un segundo plano.
Alternemos entre diferentes técnicas de resolución de problemas, especialmente al aprender algo relacionado con las ciencias exactas.
Si dedicamos demasiado tiempo a resolver el problema de una sola manera, al cabo de un rato lo que estamos haciendo es simplemente copiar lo que hicimos en el problema anterior. Necesitamos mezclar las soluciones y practicar diferentes tipos de problemas.
Analicemos nuestros errores o comentarios negativos cuidadosamente.
No es agradable ver nuestros errores en las pruebas, ni recibir comentarios negativos. Pero precisamente estos errores representan los puntos a los que es necesario prestar la mayor atención; esos son los puntos de aprendizaje más importantes.
Usemos lápiz y papel con la mayor frecuencia posible.
Escribir a mano cambia las estructuras neuronales de nuestro cerebro con más fuerza que escribir en una computadora. Por lo tanto, ayuda más escribir en papel cada vez que queremos aprender o practicar problemas o información basada en varias teorías y conceptos.
Usemos analogías y explicaciones simples.
Cuando nos cuesta entender un determinado concepto, es bueno pensar en cómo podemos explicarlo para que incluso un niño de 10 años pueda entenderlo. También ayuda usar analogías: por ejemplo, podemos decir que el flujo de electricidad es similar al flujo de agua. Hablar o escribir también puede ayudarnos (más que si solo pensamos en estas analogías), porque el esfuerzo adicional de hablar o escribir permite una mejor codificación de la información a nivel neuronal.
Centremos nuestra atención.
A la hora de prepararnos para estudiar, es importante quitar o apagar todo aquello que pueda distraernos (teléfono, televisión, etc.). Cualquier distracción, cualquier llamada telefónica o una pequeña charla tienen como objetivo dejar el cerebro con menos energía para aprender. Cada vez que interrumpimos nuestro enfoque, las conexiones neuronales no tienen suficiente tiempo para desarrollarse.
Podemos poner un cronómetro para que nos avise cuando hayan pasado 25 minutos (un tiempo razonable, en el que podemos dar un buen rendimiento de trabajo, con una atención bien centrada. Durante los 25 minutos, intentemos trabajar lo más intensamente posible como sea posible. Después de que suene la alarma, podemos darnos una pequeña recompensa, como revisar nuestro teléfono, unos minutos de navegación en Internet, una charla con un amigo, un paseo, una película. Además, después de un descanso, podemos pueda regresar al lugar de aprendizaje, el cual debe ser de fácil acceso y preferiblemente familiar.
Hábitos a evitar, cuando pretendemos aprender:
A la hora de aprender, es bueno evitar en lo posible técnicas o hábitos no recomendados, porque pueden hacernos perder el tiempo y por tanto no ser lo suficientemente eficientes o productivos con el material que tenemos que estudiar.
Leamos pasivamente.
Cuando hojeamos pasivamente las páginas que tenemos que recordar sin hacer un esfuerzo por retener las ideas principales, solo puede ser una pérdida de tiempo.
Usemos rotuladores brillantes en exceso, que resalten el texto.
Cuando usamos marcadores de colores, podemos sentir que retenemos mejor las ideas, pero lo que en realidad estamos haciendo es simplemente mover la mano a lo largo de la línea de texto. Por supuesto, usar viñetas para las ideas principales puede ser útil porque resaltan lo que es importante. Pero si estamos usando los marcadores de colores como una herramienta de memorización, es útil asegurarnos de que también recordamos lo que hemos subrayado y que usamos el subrayado con mucha moderación.
Echemos un vistazo a la solución del problema e imaginemos que ya lo conocemos bien.
Es uno de los mayores errores que pueden cometer los estudiantes. Es importante poder resolver un problema paso a paso sin mirar la solución anterior. Por otro lado, solo resolver problemas de cierto tipo, que ya sabemos hacer, es otro error importante a la hora de preparar un examen. Es como cuando entrenamos para un partido de fútbol, solo practicando el saque de meta.
Esperemos hasta el último momento para aprender.
Si estuviéramos participando en un maratón, ¿empezaríamos a correr carreras de 20 km solo el día anterior? Como cualquier músculo de nuestro cuerpo, el cerebro también necesita ejercicio.
Convirtamos nuestras sesiones de aprendizaje entre pares en sesiones de chat.
Aprender con compañeros y comprobar nuestro conocimiento juntos hace que la experiencia de aprendizaje sea más agradable. Pero si las reuniones de estudio se vuelven divertidas antes de que se aprendan las lecciones, entonces realmente estamos perdiendo el tiempo y es posible que necesitemos encontrar otro grupo de estudio.
No aclaremos cosas que no entendemos.
Es importante que cuando haya puntos de un problema o aspectos de una teoría que no nos queden claros, consultemos con otros compañeros o con el profesor, o busquemos otra información relevante que nos ayude a procesar e integrar mejor la información.
No ha dormido lo suficiente.
Nuestros cerebros » ensamblan » las diversas técnicas de resolución de problemas mientras dormimos. Además, el cerebro procesa y practica la información procesada antes de que nos quedemos dormidos. La fatiga prolongada permite que se acumulen toxinas en el cerebro, y estas destruirán las conexiones neuronales necesarias cuando necesitamos pensar con rapidez y claridad. Si no dormimos bien antes de un examen, nada del trabajo duro que hemos hecho antes servirá de mucho.
Conclusión
¿Qué hábito de aprendizaje tienes? ¿Qué encuentras que te ayuda o no te ayuda de lo anterior cuando tienes algo que estudiar? Tenemos curiosidad por saber cómo es la experiencia de aprendizaje para usted, así que escríbanos.