Cómo el pensamiento lateral soluciona problemas complejos

Cómo el pensamiento lateral soluciona problemas complejos

¿Te has encontrado alguna vez con un problema que parece imposible de resolver? ¿Has probado todas las soluciones posibles y ninguna funciona? ¿Te sientes frustrado y bloqueado? Si es así, quizás necesites cambiar tu forma de pensar y aplicar el pensamiento lateral.

El pensamiento lateral es una habilidad que nos permite encontrar soluciones creativas e innovadoras a los problemas complejos. Se trata de salir de los patrones de pensamiento habituales y buscar nuevas perspectivas y enfoques. El pensamiento lateral nos ayuda a romper los límites de lo convencional y a explorar todas las posibilidades.

En este artículo, te vamos a explicar qué es el pensamiento lateral, cómo funciona, qué beneficios tiene y cómo puedes desarrollarlo con técnicas prácticas y casos reales. Al final del artículo, te daremos algunas preguntas frecuentes y una conclusión que resuma todo lo que hemos visto. ¿Estás preparado para cambiar tu forma de pensar y resolver problemas complejos? Sigue leyendo y descubre el poder del pensamiento lateral.

Qué es el pensamiento lateral

El pensamiento lateral es un concepto acuñado por el psicólogo maltés Edward de Bono en 1967. Según de Bono, el pensamiento lateral es “un proceso de usar la información de una manera no obvia para generar una solución que no se puede alcanzar usando el pensamiento lógico tradicional”.

El pensamiento lateral se contrapone al pensamiento vertical, que es el que usamos normalmente para resolver problemas. El pensamiento vertical es lineal, lógico, secuencial y basado en reglas. El pensamiento vertical busca la solución correcta y descarta las que son incorrectas o irrelevantes. El pensamiento vertical es útil para problemas simples y definidos, pero puede ser limitante para problemas complejos y ambiguos.

El pensamiento lateral, en cambio, es divergente, creativo, aleatorio y basado en hipótesis. El pensamiento lateral busca la solución más original y efectiva, y no descarta ninguna opción por muy absurda que parezca. El pensamiento lateral es útil para problemas complejos y ambiguos, pero puede ser ineficiente para problemas simples y definidos.

El pensamiento lateral y el pensamiento vertical no son excluyentes, sino complementarios. Podemos usar ambos tipos de pensamiento según el tipo de problema que tengamos que resolver. Lo ideal es combinarlos de forma equilibrada y flexible, adaptándonos a cada situación.

Cómo funciona el pensamiento lateral

El pensamiento lateral funciona mediante la generación de ideas alternativas que rompen los esquemas mentales establecidos. Estos esquemas mentales son las formas habituales de pensar que tenemos, basadas en nuestra experiencia, conocimiento y cultura. Los esquemas mentales nos ayudan a simplificar la realidad y a tomar decisiones rápidas, pero también pueden limitar nuestra creatividad y nuestra capacidad de resolver problemas.

El pensamiento lateral nos permite cuestionar y modificar nuestros esquemas mentales, buscando nuevas formas de ver y entender la realidad. Para ello, el pensamiento lateral usa diferentes estrategias, como:

  • Reformular el problema: Consiste en cambiar la forma de plantear el problema, usando otras palabras, conceptos o perspectivas. Esto nos ayuda a ampliar el campo de posibles soluciones y a evitar quedarnos estancados en una sola vía.
  • Invertir el problema: Consiste en cambiar el sentido o la dirección del problema, planteando lo contrario, lo opuesto o lo inverso. Esto nos ayuda a ver el problema desde otro ángulo y a encontrar soluciones inesperadas.
  • Analogizar el problema: Consiste en comparar el problema con otro diferente, pero que tenga algún elemento en común. Esto nos ayuda a encontrar similitudes y diferencias que nos inspiren nuevas ideas y soluciones.
  • Provocar el problema: Consiste en introducir elementos absurdos, ilógicos o contradictorios en el problema, para generar un choque mental que nos obligue a pensar de forma diferente. Esto nos ayuda a romper los límites de lo convencional y a explorar todas las posibilidades.

Estas estrategias no son las únicas que existen, ni tienen un orden fijo. Podemos usarlas de forma combinada y flexible, según el tipo de problema que tengamos que resolver. Lo importante es tener una actitud abierta, curiosa y crítica, que nos permita cuestionar lo establecido y buscar lo novedoso.

Cómo el pensamiento lateral soluciona problemas complejos

Qué beneficios tiene el pensamiento lateral

El pensamiento lateral tiene muchos beneficios, tanto a nivel personal como profesional. Algunos de estos beneficios son:

  • Mejora nuestra capacidad de resolver problemas: El pensamiento lateral nos ayuda a encontrar soluciones creativas e innovadoras a los problemas complejos, que no se pueden resolver con el pensamiento lógico tradicional. El pensamiento lateral nos permite ver el problema desde diferentes perspectivas y enfoques, y explorar todas las opciones posibles.
  • Estimula nuestra creatividad: El pensamiento lateral nos ayuda a desarrollar nuestra creatividad, que es la capacidad de generar ideas originales y valiosas. El pensamiento lateral nos ayuda a romper los esquemas mentales que limitan nuestra imaginación, y a generar ideas alternativas que nos sorprendan y nos enriquezcan.
  • Aumenta nuestra confianza: El pensamiento lateral nos ayuda a aumentar nuestra confianza, que es la seguridad que tenemos en nosotros mismos y en nuestras capacidades. El pensamiento lateral nos ayuda a superar los miedos y las dudas que nos impiden actuar, y a enfrentarnos a los retos con optimismo y determinación.
  • Potencia nuestra adaptabilidad: El pensamiento lateral nos ayuda a potenciar nuestra adaptabilidad, que es la capacidad de ajustarnos a los cambios y a las situaciones nuevas. El pensamiento lateral nos ayuda a ser flexibles y a aceptar la incertidumbre, y a aprovechar las oportunidades que nos ofrece el entorno.

Cómo desarrollar el pensamiento lateral con técnicas prácticas y casos reales

El pensamiento lateral es una habilidad que se puede aprender y mejorar con la práctica. Existen muchas técnicas y ejercicios que nos pueden ayudar a entrenar nuestro pensamiento lateral y a aplicarlo a los problemas que nos encontramos en nuestro día a día. A continuación, te vamos a mostrar algunas de estas técnicas y algunos casos reales de personas que las han usado con éxito.

Técnica de los seis sombreros para pensar

La técnica de los seis sombreros para pensar es una de las más conocidas y usadas para desarrollar el pensamiento lateral. Fue creada por el mismo Edward de Bono, y consiste en usar seis sombreros de colores diferentes para representar seis formas de pensar distintas. Cada sombrero tiene un significado y unas reglas específicas, y se puede usar de forma individual o grupal. Los seis sombreros son:

  • Sombrero blanco: Representa la información objetiva y los hechos verificables. Con este sombrero, se busca recopilar y analizar la información disponible sobre el problema, sin interpretaciones ni opiniones. Las preguntas que se hacen con este sombrero son: ¿Qué sabemos? ¿Qué no sabemos? ¿Qué necesitamos saber?
  • Sombrero rojo: Representa las emociones subjetivas y los sentimientos personales. Con este sombrero, se busca expresar y valorar las emociones que nos provoca el problema, sin justificaciones ni argumentos. Las preguntas que se hacen con este sombrero son: ¿Qué sentimos? ¿Qué nos gusta? ¿Qué nos disgusta?
  • Sombrero negro: Representa el juicio crítico y los riesgos potenciales. Con este sombrero, se busca evaluar y prevenir las posibles dificultades y consecuencias negativas de las soluciones propuestas, sin ser pesimistas ni destructivos. Las preguntas que se hacen con este sombrero son: ¿Qué puede salir mal? ¿Qué debemos evitar? ¿Qué debemos mejorar?
  • Sombrero amarillo: Representa el optimismo constructivo y los beneficios esperados. Con este sombrero, se busca explorar y potenciar las posibles ventajas y oportunidades de las soluciones propuestas, sin ser ingenuos ni ilusorios. Las preguntas que se hacen con este sombrero son: ¿Qué puede salir bien? ¿Qué debemos aprovechar? ¿Qué debemos reforzar?
  • Sombrero verde: Representa la creatividad generativa y las ideas alternativas. Con este sombrero, se busca crear y proponer nuevas ideas y soluciones al problema, sin limitaciones ni prejuicios. Las preguntas que se hacen con este sombrero son: ¿Qué otras opciones hay? ¿Qué podemos hacer diferente? ¿Qué podemos combinar o modificar?
  • Sombrero azul: Representa el control organizativo y el proceso de pensamiento. Con este sombrero, se busca planificar y gestionar el uso de los demás sombreros, estableciendo los objetivos, el orden, el tiempo y las conclusiones. Las preguntas que se hacen con este sombrero son: ¿Qué queremos conseguir? ¿Qué sombreros vamos a usar? ¿Qué hemos aprendido?

La técnica de los seis sombreros para pensar se puede aplicar de varias formas, según el número de participantes y el tipo de problema. Una forma sencilla es usar los sombreros de forma secuencial, siguiendo el orden blanco, rojo, negro, amarillo, verde y azul. Otra forma más dinámica es usar los sombreros de forma aleatoria, cambiando de sombrero cada cierto tiempo o cada vez que se quiera cambiar de perspectiva. Lo importante es que todos los participantes usen el mismo sombrero al mismo tiempo, para evitar confusiones y conflictos.

Un caso real de aplicación de esta técnica es el de la empresa IBM, que la usó para resolver el problema de la baja productividad de sus empleados. La empresa decidió usar los seis sombreros para pensar de forma grupal, involucrando a todos los niveles de la organización. Con el sombrero blanco, recopilaron y analizaron los datos sobre el rendimiento de los empleados, sus motivaciones, sus necesidades y sus expectativas. Con el sombrero rojo, expresaron y valoraron los sentimientos de los empleados, sus satisfacciones, sus frustraciones y sus deseos. Con el sombrero negro, evaluaron y previnieron los posibles obstáculos y dificultades que impedían mejorar la productividad, como la falta de recursos, la burocracia, la competencia o la desconfianza. Con el sombrero amarillo, exploraron y potenciaron las posibles ventajas y oportunidades que ofrecía mejorar la productividad, como el aumento de los beneficios, la mejora de la imagen, la fidelización de los clientes o el reconocimiento del mercado. Con el sombrero verde, crearon y propusieron nuevas ideas y soluciones para mejorar la productividad, como la flexibilización de los horarios, la incentivación de la formación, la promoción de la innovación o la participación de los empleados en la toma de decisiones. Con el sombrero azul, planificaron y gestionaron el proceso de pensamiento, estableciendo los objetivos, el orden, el tiempo y las conclusiones. El resultado fue un aumento significativo de la productividad de los empleados, así como de su satisfacción y compromiso con la empresa.

Técnica de las preguntas de Sócrates

La técnica de las preguntas de Sócrates es otra de las más conocidas y usadas para desarrollar el pensamiento lateral. Se basa en el método socrático, que consiste en usar preguntas para estimular el razonamiento crítico y la búsqueda de la verdad. El método socrático fue usado por el filósofo griego Sócrates, que se caracterizaba por cuestionar las creencias y opiniones de sus interlocutores, haciéndoles reflexionar y llegar a sus propias conclusiones.

La técnica de las preguntas de Sócrates consiste en usar una serie de preguntas para analizar y resolver un problema, siguiendo un orden lógico y sistemático. Las preguntas se pueden clasificar en seis tipos, según el objetivo que se persiga:

  • Preguntas de clarificación: Sirven para definir y entender el problema, aclarando los conceptos, las premisas y las condiciones. Algunos ejemplos de estas preguntas son: ¿Qué quieres decir con eso? ¿Qué supuestos estás haciendo? ¿Qué evidencias tienes?
  • Preguntas de desafío: Sirven para cuestionar y contrastar el problema, poniendo a prueba la validez, la coherencia y la relevancia de las afirmaciones. Algunos ejemplos de estas preguntas son: ¿Cómo sabes eso? ¿Qué pasaría si…? ¿Qué otras explicaciones hay?
  • Preguntas de implicación: Sirven para explorar y ampliar el problema, examinando las consecuencias, las implicaciones y las extensiones de las afirmaciones. Algunos ejemplos de estas preguntas son: ¿Qué sigue de eso? ¿Qué implica eso? ¿Qué se puede deducir de eso?
  • Preguntas de alternativa: Sirven para generar y proponer soluciones al problema, buscando otras posibilidades, opciones y enfoques. Algunos ejemplos de estas preguntas son: ¿Qué otra cosa podrías hacer? ¿Qué otra forma hay de verlo? ¿Qué otra solución hay?
  • Preguntas de perspectiva: Sirven para evaluar y comparar soluciones al problema, considerando otros puntos de vista, opiniones y criterios. Algunos ejemplos de estas preguntas son: ¿Qué piensas de eso? ¿Qué opinaría otra persona? ¿Qué ventajas y desventajas tiene eso?
  • Preguntas de acción: Sirven para implementar y verificar soluciones al problema, estableciendo los pasos, los recursos y los indicadores necesarios. Algunos ejemplos de estas preguntas son: ¿Qué vas a hacer? ¿Qué necesitas para hacerlo? ¿Cómo sabrás si lo has logrado?

La técnica de las preguntas de Sócrates se puede aplicar de forma individual o grupal, según el tipo de problema. Una forma sencilla es usar las preguntas de forma secuencial, siguiendo el orden de clarificación, desafío, implicación, alternativa, perspectiva y acción. Otra forma más dinámica es usar las preguntas de forma aleatoria, saltando de un tipo a otro según el interés o la dificultad. Lo importante es que las preguntas sean claras, precisas y pertinentes, y que estimulen el razonamiento y la reflexión.

Un caso real de aplicación de esta técnica es el de la empresa Google, que la usó para resolver el problema de la baja diversidad de sus empleados. La empresa decidió usar las preguntas de Sócrates de forma grupal, involucrando a todos los departamentos y niveles de la organización. Con las preguntas de clarificación, definieron y entendieron el problema, aclarando los conceptos de diversidad, inclusión y equidad, y las condiciones y objetivos que querían alcanzar. Con las preguntas de desafío, cuestionaron y contrastaron el problema, poniendo a prueba la validez, la coherencia y la relevancia de sus políticas, prácticas y resultados. Con las preguntas de implicación, exploraron y ampliaron el problema, examinando las consecuencias, las implicaciones y las extensiones de sus acciones y decisiones. Con las preguntas de alternativa, generaron y propusieron soluciones al problema, buscando otras posibilidades, opciones y enfoques. Con las preguntas de perspectiva, evaluaron y compararon soluciones al problema, considerando otros puntos de vista, opiniones y criterios. Con las preguntas de acción, implementaron y verificaron soluciones al problema, estableciendo los pasos, los recursos y los indicadores necesarios. El resultado fue un aumento significativo de la diversidad de sus empleados, así como de su inclusión y equidad.

Técnica de los mapas mentales

La técnica de los mapas mentales es otra de las más conocidas y usadas para desarrollar el pensamiento lateral. Se basa en la teoría del cerebro radiante, que sostiene que el cerebro humano funciona de forma asociativa y no lineal, conectando ideas e imágenes de forma radial y multidimensional. El creador de esta técnica fue el psicólogo y escritor británico Tony Buzan, que la definió como “una herramienta gráfica que permite acceder al potencial del cerebro”.

La técnica de los mapas mentales consiste en usar un diagrama para representar y organizar las ideas y la información sobre un problema, siguiendo una estructura radial y jerárquica. Los elementos básicos de un mapa mental son:

  • El centro: Es el punto de partida del mapa mental, donde se coloca el tema o el problema principal, representado por una palabra o una imagen.
  • Las ramas: Son las líneas que salen del centro y se ramifican en diferentes direcciones, donde se colocan las ideas o la información secundarias, relacionadas con el tema o el problema principal. Cada rama tiene un color, una palabra o una imagen que la identifica.
  • Los subramas: Son las líneas que salen de las ramas y se ramifican en diferentes niveles, donde se colocan las ideas o la información terciarias, relacionadas con las ideas o la información secundarias. Cada subrama tiene un color, una palabra o una imagen que la identifica.
  • Los símbolos: Son los elementos gráficos que se usan para resaltar, clasificar o conectar las ideas o la información del mapa mental, como flechas, signos, números o letras.

La técnica de los mapas mentales se puede aplicar de forma individual o grupal, según el tipo de problema. Una forma sencilla es seguir los siguientes pasos:

  • Paso 1: Elegir el tema o el problema principal y colocarlo en el centro del mapa mental, usando una palabra o una imagen que lo represente.
  • Paso 2: Generar las ideas o la información secundarias y colocarlas en las ramas del mapa mental, usando palabras o imágenes que las identifiquen. Se recomienda usar un color diferente para cada rama, y no más de siete ramas por nivel.
  • Paso 3: Generar las ideas o la información terciarias y colocarlas en los subramas del mapa mental, usando palabras o imágenes que las identifiquen. Se recomienda usar el mismo color que la rama a la que pertenecen, y no más de siete subramas por nivel.
  • Paso 4: Usar los símbolos para resaltar, clasificar o conectar las ideas o la información del mapa mental, según el criterio que se quiera usar. Se recomienda usar los símbolos de forma coherente y significativa, y no abusar de ellos.
  • Paso 5: Revisar y mejorar el mapa mental, comprobando que sea claro, completo y equilibrado, y que refleje el tema o el problema principal y sus posibles soluciones.

Un caso real de aplicación de esta técnica es el de la escritora británica J.K. Rowling, que la usó para escribir la saga de Harry Potter. La escritora decidió usar los mapas mentales para organizar y desarrollar las ideas y la información de sus novelas, creando un mapa mental para cada libro. En el centro del mapa mental, colocó el título del libro, representado por una imagen. En las ramas del mapa mental, colocó los capítulos del libro, representados por palabras. En los subramas del mapa mental, colocó los personajes, los lugares, los objetos y los acontecimientos de cada capítulo, representados por palabras o imágenes. En los símbolos del mapa mental, usó flechas, signos, números y letras para resaltar, clasificar o conectar las ideas o la información del mapa mental, según el criterio que quiso usar. El resultado fue una saga de siete libros que se convirtió en un fenómeno mundial, con más de 500 millones de ejemplares vendidos y más de 8.000 millones de dólares recaudados en el cine.

Preguntas frecuentes

A continuación, te vamos a responder a algunas preguntas frecuentes que pueden surgir sobre el pensamiento lateral y su aplicación.

¿Qué diferencia hay entre el pensamiento lateral y el pensamiento creativo?

El pensamiento lateral y el pensamiento creativo son conceptos relacionados, pero no son lo mismo. El pensamiento creativo es la capacidad de generar ideas originales y valiosas, que se puede aplicar a cualquier ámbito o disciplina. El pensamiento lateral es una habilidad que nos permite encontrar soluciones creativas e innovadoras a los problemas complejos, que se puede aprender y mejorar con la práctica. El pensamiento lateral es una forma de pensamiento creativo, pero no la única.

¿Qué relación hay entre el pensamiento lateral y el coeficiente intelectual?

El pensamiento lateral y el coeficiente intelectual son conceptos independientes, pero no incompatibles. El coeficiente intelectual es una medida de la inteligencia general, que se basa en la capacidad de razonar, aprender, resolver problemas y adaptarse al entorno. El pensamiento lateral es una habilidad que nos permite encontrar soluciones creativas e innovadoras a los problemas complejos, que se basa en la capacidad de salir de los patrones de pensamiento habituales y buscar nuevas perspectivas y enfoques. El pensamiento lateral no depende del coeficiente intelectual, sino de la actitud, la motivación y el entrenamiento. Una persona con un coeficiente intelectual alto puede tener un pensamiento lateral bajo, y viceversa. Lo ideal es combinar ambos tipos de inteligencia, para aprovechar al máximo nuestro potencial.

¿Qué beneficios tiene el pensamiento lateral para la salud mental?

El pensamiento lateral tiene muchos beneficios para la salud mental, ya que nos ayuda a mejorar nuestro bienestar psicológico y emocional. Algunos de estos beneficios son:

  • Reduce el estrés: El pensamiento lateral nos ayuda a reducir el estrés, que es la respuesta del organismo ante las situaciones que percibimos como amenazantes o desafiantes. El pensamiento lateral nos ayuda a ver el problema desde diferentes ángulos y enfoques, y a encontrar soluciones originales y efectivas, lo que nos hace sentir más seguros y tranquilos.
  • Aumenta la autoestima: El pensamiento lateral nos ayuda a aumentar la autoestima, que es el valor que nos damos a nosotros mismos y a nuestras capacidades. El pensamiento lateral nos ayuda a desarrollar nuestra creatividad, que es una fuente de satisfacción y orgullo personal, y a superar los retos con optimismo y determinación, lo que nos hace sentir más competentes y confiados.
  • Mejora el humor: El pensamiento lateral nos ayuda a mejorar el humor, que es el estado de ánimo que tenemos en cada momento y que influye en nuestra forma de pensar, sentir y actuar. El pensamiento lateral nos ayuda a generar ideas divertidas e ingeniosas, que nos hacen reír y disfrutar, y a ver el lado positivo y sorprendente de las cosas, lo que nos hace sentir más felices y alegres.

Conclusión

En este artículo, hemos visto qué es el pensamiento lateral, cómo funciona, qué beneficios tiene y cómo podemos desarrollarlo con técnicas prácticas y casos reales. Hemos aprendido que el pensamiento lateral es una habilidad que nos permite encontrar soluciones creativas e innovadoras a los problemas complejos, que se trata de salir de los patrones de pensamiento habituales y buscar nuevas perspectivas y enfoques. Hemos visto que el pensamiento lateral se puede aprender y mejorar con la práctica, y que existen muchas técnicas y ejercicios que nos pueden ayudar a entrenar nuestro pensamiento lateral y a aplicarlo a los problemas que nos encontramos en nuestro día a día. Hemos visto que el pensamiento lateral tiene muchos beneficios, tanto a nivel personal como profesional, y que nos ayuda a mejorar nuestra capacidad de resolver problemas, estimular nuestra creatividad, aumentar nuestra confianza, potenciar nuestra adaptabilidad, reducir nuestro estrés, aumentar nuestra autoestima y mejorar nuestro humor.

Esperamos que este artículo te haya sido útil y que te haya motivado a cambiar tu forma de pensar y a resolver problemas complejos con el pensamiento lateral. Recuerda que el pensamiento lateral es una habilidad que se puede aprender y mejorar con la práctica, y que depende de tu actitud, tu motivación y tu entrenamiento. Te animamos a que pongas en práctica las técnicas que te hemos mostrado, y que busques otras que te puedan servir. Te animamos a que seas curioso, crítico y creativo, y que cuestiones lo establecido y busques lo novedoso. Te animamos a que uses el pensamiento lateral para resolver los problemas que te encuentres en tu vida personal y profesional, y que compartas tus soluciones con los demás. Te animamos a que disfrutes del proceso y del resultado, y que te sientas orgulloso de tu pensamiento lateral.

Fuentes del artículo

Libros sobre Pensamiento Lateral y Solución de Problemas

  1. «El Pensamiento Lateral: Manual de Creatividad» por Edward de Bono: Este libro es esencial para entender el concepto del pensamiento lateral. De Bono, quien acuñó el término, explica cómo este enfoque puede ser utilizado para resolver problemas de manera creativa.
  2. «Seis Sombreros para Pensar» también por Edward de Bono: En este libro, De Bono introduce una técnica para mirar los problemas desde distintas perspectivas, lo cual es fundamental en el pensamiento lateral.
  3. «Pensamiento Lateral Práctico» por Edward de Bono: Este libro ofrece técnicas prácticas y ejercicios para desarrollar habilidades de pensamiento lateral.
  4. «Cómo Resolver Problemas Creativamente» por Robert Abraham: Proporciona técnicas y herramientas para potenciar la creatividad y la innovación en la resolución de problemas.

Sitios Web sobre Pensamiento Lateral

  1. Psychology Today (https://www.psychologytoday.com): Un recurso excelente para artículos relacionados con la psicología, incluyendo cómo la mente resuelve problemas y técnicas para mejorar la creatividad.
  2. Mind Tools (https://www.mindtools.com): Ofrece recursos y técnicas para mejorar las habilidades de pensamiento y resolución de problemas.
  3. TED Talks (https://www.ted.com/topics/psychology): Encuentra charlas inspiradoras de expertos sobre psicología, creatividad y resolución de problemas.

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