5 consejos para controlar el trastorno de conducta y el trastorno de oposición desafiante

Se da un diagnóstico de trastorno de conducta cuando las siguientes características se presentan con frecuencia:

  • Agresión hacia personas y animales.
  • Destrucción de propiedad
  • Engaño
  • Comportamiento antisocial, por ejemplo, robos y violaciones de las reglas.

Un diagnóstico de trastorno de oposición desafiante se caracteriza por:

  • Problemas con la ira
  • Incumplimiento frecuente de las reglas.
  • Argumentación
  • Mala atribución de la culpa a otros.

Por supuesto, muchos de estos comportamientos se observan en algún momento, en todos los niños o, de hecho, en cualquier individuo. Por lo tanto, los siguientes consejos pueden ser útiles para una variedad de personas.

Consejo 1. Evaluar la función de un comportamiento

Un punto de partida necesario es comprender el motivo del comportamiento. Podemos hacer esto mirando lo que la persona ‘obtiene’ de su comportamiento. Por ejemplo, ¿están intentando evitar o terminar una actividad indeseable, para atraer la atención o el cuidado de sus compañeros u otras personas, están intentando acceder a una actividad o artículo, o están intentando entretenerse o divertirse? Esto también puede resaltar las habilidades de las que carecen.

Consejo 2. Enseñar nuevas habilidades

Una vez que conocemos el motivo de este comportamiento, podemos trabajar para identificar comportamientos alternativos y habilidades para enseñarle al niño con el fin de lograr el mismo resultado, de una manera prosocial. Por ejemplo, enseñar habilidades sociales para iniciar una conversación, enseñar a solicitar descansos, tolerar actividades indeseables, mantener la concentración o usar cronómetros para ayudar a los niños a aprender a esperar y comprender el tiempo. Hay muchas formas de enseñar estas nuevas habilidades. Sin embargo, se ha descubierto que el modelado y el juego de roles de habilidades son más efectivos para los niños con las dificultades mencionadas.

Además, cuando conoce la función de un comportamiento, puede organizar el entorno para que el resultado deseado ocurra antes de que ocurra el comportamiento. Esto elimina la necesidad de que se involucren en el comportamiento. Por ejemplo, si sabemos que Timmy arrojará su libro cuando se haya sentado a la mesa haciendo su tarea durante un largo período de tiempo, podemos asegurarnos de programar descansos frecuentes para reducir las posibilidades de que se canse.

Consejo 3. Identificar y elogiar comportamientos específicos

A menudo, es fácil dejarse atrapar por concentrarse en reducir los comportamientos indeseables. El refuerzo diferencial es un método de elogiar y reforzar las conductas positivas que son opuestas, alternativas o incompatibles con las conductas problemáticas. Por ejemplo, leer su libro en lugar de tirarlo, iniciar una conversación en lugar de gritar para obtener una respuesta de los demás o caminar tranquilamente por el pasillo del supermercado en lugar de tirar

ellos mismos en el suelo gritando por dulces. Al elogiar y notar estos comportamientos, estamos resaltando los comportamientos que son prosociales y aumentando la probabilidad de que estos comportamientos vuelvan a ocurrir, lo que reduce la necesidad de que ocurra el comportamiento indeseable. Por ejemplo, ya no se les da un descanso para gritar, sino que se les dan descansos cuando lo piden educadamente.

Consejo 4. El juego del buen comportamiento

El juego Good Behavior fomenta la colaboración entre maestros y padres, y promueve alianzas prosociales entre compañeros en la escuela. Esto funciona pidiendo a los estudiantes que seleccionen comportamientos apropiados e inapropiados para el aula. Luego, el maestro divide el aula en dos grupos. Si algún miembro de un grupo se involucra en los comportamientos inapropiados identificados, se le da un punto al equipo. El equipo que tiene 3 puntos o menos al final del día recibe una recompensa seleccionada.

Consejo 5. Generar impulso conductual

Para aumentar la probabilidad de un comportamiento deseado que es menos probable que ocurra, primero se le da al niño una serie de tareas más fáciles en las que se garantiza que tendrá éxito. Al intercalar tareas fáciles y difíciles, la confianza del niño en sus propias habilidades se incrementa y se les brindan muchas oportunidades de éxito. Esto hace que sea más probable que intenten las tareas más difíciles que se les solicitan, puede aumentar el cumplimiento de las reglas y disminuir los comportamientos inapropiados, al mismo tiempo que desarrolla la autoestima y hace que las tareas sean más agradables. Si necesita ayuda extra con esta situación, nuestras psicólogas en Palma de Mallorca le ayudarán en todo el proceso.