3 hábitos para empezar bien el día

3 hábitos para empezar bien el día

Estamos en una carrera continua. Apenas recordamos la última vez que frenamos nuestras actividades diarias para disfrutar del momento llamado momento presente. Si somos verdaderamente conscientes, nos encontraremos con que comemos a la carrera, dormimos poco, vamos a contrarreloj en las relaciones familiares y no queda tiempo para pequeños caprichos. Siempre culpamos al mismo enemigo: el tiempo.

Sin embargo, podemos ver personas a nuestro alrededor que logran cumplir buena parte de las metas que se proponen. Y su secreto es la organización y buenos hábitos. Cómo nos educamos, en este sentido, para estar en la velocidad adecuada y cómo nos llevamos de la mente al cuerpo, puede ser, hoy en día, un verdadero arte. Pero también un estilo de vida que debemos adoptar, para que el camino llamado vida sea lo más próspero y satisfactorio posible.

El buen día se establece con la rutina de la mañana.

Escuchamos o leemos, cada vez con más frecuencia, sobre la rutina matutina. Sobre unos hábitos destinados a preparar nuestra mente para las actividades que tenemos por delante y darnos un cierto estado de seguridad. Así, tanto si hay personas que se levantan muy temprano y terminan sus ejercicios refrescantes antes del amanecer, como si hay otras que disfrutan de la tranquilidad de la mañana en compañía de un buen libro y una taza de café o té, o que optan por llevar un diario las cosas por las que están agradecidos son herramientas que nos devuelven al presente y nos ayudan a planificar el día siguiente, reduciendo el estrés, aumentando los niveles de energía y mejorando la productividad en el trabajo.

Si bien podemos ser conscientes de lo que la literatura nos insta a hacer, podemos encontrarnos estancados al convertir la teoría en práctica. Afortunadamente, los psicólogos satisfacen nuestras necesidades con algunas estrategias que pueden integrarse fácilmente en el programa de cada uno de nosotros.

3 hábitos para empezar bien el día

Establece una intención al comienzo del día.

Para alguien que no esté acostumbrado a este tipo de ejercicios, puede ser algo difícil de poner en práctica. Yo mismo admito que decirme a mí mismo «Mi intención hoy es sentirme bien, relajado y descansado» puede ser un pensamiento tan significativo, pero al mismo tiempo, parece un poco fuera de lugar para expresarlo en el Universo. A pesar de mi falta de ejercicio, me doy cuenta de que todos estos cambios de paradigma requieren que haga algo desconocido. Y hacer que el establecimiento de intenciones sea una práctica continua. Como nos insta la psicóloga Jessica Jackson ( Modern Health ), no necesitamos grandes palabras, sino pensamientos afirmativos, diseñados para animar nuestra vibración y estado emocional.

Establecer una intención al comienzo del día puede ayudar a alinear nuestras acciones con nuestros valores, enfocarnos en las prioridades y generar entusiasmo. Además, el diseño de planes prácticos puede darnos impulso para continuar con lo que hemos comenzado.

Adopta un ritual fuera de línea

La tendencia general es revisar nuestro teléfono tan pronto como abrimos los ojos. Aunque sabemos que no es un hábito saludable, seguimos haciéndolo, impulsados ​​por la curiosidad o las notificaciones sonoras, condicionándonos a estar en piloto automático antes de que todas nuestras sinapsis neuronales se activen. Los expertos en salud emocional nos aconsejan empezar el día conectados con nuestro propio cuerpo y desconectados de todo lo online. Necesitamos estar presentes offline, para reiniciar  los  procesos cognitivos y tomar control consciente sobre lo que hacemos.

Entonces, ya sea que elijamos leer, escribir en un diario o hacer ejercicio, todo esto puede brindarnos la energía que necesitamos para enfrentar los desafíos de la vida cotidiana. Además de las actividades ya mencionadas, las discusiones, los planes y las palabras bien escogidas dirigidas a los miembros de la familia pueden armonizar nuestras vidas y acercarnos más a la realidad, per se. Recordemos que todos estos momentos quedan impresos en nuestra conciencia y se propagan a lo largo del día, trayendo equilibrio, integración y esperanza.

Comience con una actividad recreativa matutina.

Para los que no somos madrugadores, la idea de una actividad recreativa puede ser un quehacer en sí mismo. Pero encontrar una pequeña cosa que pueda hacernos sentir bien también significa una estimulación de las endorfinas, cuya actividad tiene un efecto beneficioso en todo el cuerpo.

Nos cuidamos por lo que comemos, las horas que dormimos, pero está en nuestras manos sentirnos bien. Puede sonar extraño, pero somos los únicos responsables de nuestro bienestar, por más difícil que nos resulte entenderlo. La alegría ha sido parte de nosotros desde la infancia. Nos animamos a jugar, a disfrutar de cada pequeña cosa. Pero, con el paso del tiempo, terminamos por no saber cómo hacerlo, hundiéndonos en preocupaciones, miedos, ansiedades, etc. En consecuencia, tenemos que despertar lo lúdico a la vida, desde el momento en que abrimos los ojos por la mañana. Podemos tararear una melodía en nuestra mente que sabemos que es buena para nosotros. Podemos tomar algunos lápices y color. Podemos jugar con la mascota. O podemos observar, llenos de curiosidad, cómo se mueve cada músculo del cuerpo.

¿Por qué deberíamos hacer ésto?

Crear una rutina matutina puede ayudarnos a ganar flexibilidad psicológica y así sentirnos menos abrumados ante los días ajetreados. Como escribe Gáspár György en  Urban Mindfulness, somos seres destinados a resolver y gestionar problemas. Lo importante es mantener la mente abierta y permitirnos la libertad de participar en lo que sabemos que es saludable. El cambio viene de nuestro interior y puede ocurrir a cualquier edad si mostramos valentía y curiosidad. He sido una persona mañanera desde que tengo memoria, pero aun así, a menudo olvido que prepararse para el día no se trata solo de planes, correr y muchas actividades para marcar. Nadie es perfecto, por eso sé que para tener la energía y la fuerza para llevar a cabo (lo que me propongo) necesito motivarme y crear el estado necesario. Y sí, nadie dice que será fácil, pero podemos hacer cosas difíciles, con pequeños pasos conscientes.

Conclusión

En conclusión, empezar el día con buen pie es una cuestión de hábitos, y no de suerte o casualidad. Al adoptar prácticas saludables desde temprano, estamos dando un gran paso hacia una vida más plena y satisfactoria.

No importa cuáles sean tus metas o tus desafíos, si empiezas el día con una mente clara y un cuerpo saludable, tendrás más energía y motivación para enfrentarlos. Así que te invitamos a probar estos tres hábitos simples pero poderosos:

Primero, levántate temprano y dedica unos minutos a meditar o hacer algún tipo de actividad física. Esto te ayudará a despertar tus sentidos y a conectar contigo mismo antes de empezar la jornada.

Segundo, toma un desayuno nutritivo y equilibrado. Tu cuerpo necesita combustible para funcionar correctamente, así que asegúrate de proporcionarle los nutrientes que necesita para empezar bien el día.

Y tercero, establece una lista de tareas y prioridades para el día. De esta manera, tendrás un plan claro y estructurado que te ayudará a mantenerte enfocado y productivo durante todo el día.

Recuerda que el éxito no es algo que se logra de la noche a la mañana, sino que se construye día a día, a través de pequeñas acciones y decisiones. Al adoptar estos hábitos saludables y positivos, estarás dando un gran paso hacia una vida más plena y satisfactoria. ¡Empieza hoy mismo!

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