
Las 4 etapas del desarrollo cognitivo y como funcionan
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Según el psicólogo suizo Jean Piaget, hay cuatro etapas de desarrollo cognitivo durante la vida temprana de un niño. Su teoría se centra no solo en cómo aprenden los niños, sino también en las funciones mentales detrás de su proceso intelectual. La afirmación de Piaget fue que los bebés son «observadores experimentales». Pasan tiempo probando varias formas de realizar las tareas antes de decidirse por su forma preferida de obtener resultados. Teorizó que el proceso de aprendizaje en sí pasa por varias fases antes de que alcancemos la madurez completa y tengamos nuestras capacidades cognitivas plenas.
Las cuatro etapas que adelantó en sus estudios fueron:
- Etapa sensoriomotora: desde el nacimiento hasta la edad de 18-24 meses
- Etapa preoperacional: Niños pequeños de 2 a 7 años.
- Etapa operativa concreta: de 7 a 12 años
- Etapa operativa formal: de la adolescencia a la edad adulta
Esto es lo que significan las etapas con más detalle:
Etapa sensoriomotora
Esta etapa tiene que ver con la información sensorial. Un niño recién nacido no tiene las funciones cognitivas adecuadas, por lo que solo puede interactuar con el mundo que está directamente frente a él. Esto implica tocar, saborear, oler, oír y ver. En esta etapa del desarrollo de un bebé, están probando las aguas con todo lo que encuentran. También aprenden que los objetos continúan existiendo incluso cuando no están presentes. A esto se le llama «permeabilidad al objeto». A medida que el niño se acerca al final de la etapa sensoriomotora, comienza a desarrollar patrones de habla tempranos.
Etapa preoperacional
Durante esta etapa, el niño comienza a desarrollar seriamente sus habilidades lingüísticas. Su pensamiento se vuelve más complejo a medida que pueden participar en situaciones básicas de resolución de problemas. Este aumento cognitivo también permite que un bebé aproveche su imaginación por primera vez. De hecho, este es uno de los momentos más fértiles de la vida de un niño. Responden al mundo de forma simbólica. Como todavía no poseen un verdadero sentido de la lógica, actúan más por impulso e intuición. Es un momento muy egocéntrico durante el desarrollo de un niño. Existe la noción, especialmente en los primeros años, de que todo gira en torno a ellos.
Etapa operativa concreta
En esta etapa, un niño comienza a tener una mayor apreciación de sus acciones que afectan a quienes lo rodean. Aunque piensan lógicamente sobre eventos concretos, todavía hay un límite en cuanto a lo que pueden procesar a nivel intelectual. Todavía no pueden pensar hipotéticamente o metafóricamente. Todo existe como un absoluto para ellos. Pero a medida que pierden la naturaleza egocéntrica de la etapa anterior, se vuelven más adeptos a la conversación. El niño comienza a comprender que todos tienen un punto de vista diferente.
Etapa operativa formal
Esta es la etapa final en el desarrollo de un niño. Es donde el verdadero pensamiento intelectual comienza a echar raíces y finalmente se pueden formar las visiones del mundo. En este punto, el pensamiento abstracto y el razonamiento deductivo pasan a formar parte del repertorio cognitivo. El niño puede tomar piezas de información vagamente conectadas y juntarlas para crear una síntesis de varias ideas. Este aumento en la lógica permite que la mente joven madure y vea que a menudo hay más de una solución a un problema.
Qué significa esto en contexto
La teoría de Piaget sigue siendo tan relevante hoy en día porque no establece simplemente que nos volvemos más inteligentes cuanto más información adquirimos. Nuestras habilidades cognitivas tienen más que ver con el cambio cualitativo que se produce. Es la forma en que aprendemos a procesar el conocimiento lo que nos permite progresar intelectualmente. Y no se detiene una vez que llegamos a la edad de 12 años. Es un proceso continuo que continúa hasta nuestros últimos años.