¿En qué consiste el tratamiento del control de la ira?
El tratamiento del control de la ira consiste en el fracaso en resistir el impulso, deseo o tentación de realizar algún acto que es perjudicial para el propio sujeto y/o para las demás personas. Por lo general, se acompaña con una sensación ascendente de tensión o activación antes de llevarlo a cabo. Así pues, en el momento de consumar el acto, la persona siente placer, gratificación o liberación; aunque casi siempre, después puede haber sentimientos de pena, culpa, autorreproche, disminución de la autoestima y seguridad personal, afectación en diferentes áreas, etc.
La pérdida de control sobre la ira es algo que, aunque no lo parezca en una primera fase, puede afectar directamente a todas las áreas de nuestra hasta convertirse en algo que termine por entorpecer o imposibilitar nuestro día a día habitual. Por esto, es importante, ser conscientes de ello y, en segundo, si no somos capaces de controlarlo con normalidad, debemos de recurrir a un buen psicólogo en Palma.
En el transcurso de las sesiones psicológicas, el objetivo en este tipo de casos se enfocará en que la persona que padece este tipo de problemática consiga analizar y comprender el origen y las causas que mantienen la dificultad de control de los impulsos. Y obtener nuevas herramientas para manejar los conflictos a partir de un entrenamiento en técnicas de autocontrol.
